<64>

185 17 28
                                    

Jughead suspiro y miro a Betty, aun tomando su mano. —¿Lista para saber el sexo del bebé, amor? — Pregunto, emocionado.

Betty negó, mirando a su novio y luego a la doctora. —No, no estoy lista, no lo quiero saber—

—¿Qué?— Pregunto Jughead, mirándola. —¿Por qué no quieres saber el sexo del bebé? ¿Qué pasa? —

—No lo quiero saber hasta que nazca— Sentencio, mirando a su novio y luego a la doctora. —No me lo diga, doc. Lo vamos a saber cuando lo tenga en mis brazos. Se que va a ser así—

—Bueno, no veo ningún inconveniente. ¿Tú que dices, papá?— Le pregunto la doctora al chico, mirándolo mientras este analizaba la situación.

Jughead miro a la doctora y luego a Betty. —Betts... mi amor... ¿Enserio me vas a tener así? Faltan cuatro meses— Le recordó.

—Lo se guapo. Pero quiero que sea una sorpresa. Así va a tener mas emoción. Por favor...— Suplico, poniéndole ojitos.

Jughead suspiro, mirándola a ella y luego a la doctora. —Esta bien, creo que puedo sobrevivir a eso—

—De acuerdo, ya que no quieren saber el sexo del bebé hasta que nazca, los dejo saber que no pueden descuidarse ni un momento ni con el tratamiento ni con las citas. Aún no están fuera de peligro, pero por ahora la madre y el feto están bien— Explico la doctora.

Después de un rato más conversando con la doctora, salieron de ahí y subieron al auto para tal vez irse a casa, o donde quisieran. Jughead se había quedado deseoso de saber el género de su bebé.

—¿Estas enojado amor?— Le pregunto Betty, mirándolo y posando una mano en su mejilla.

—Bebé, no estoy enojado. Pero no entiendo por que quieres torturarme tantos meses— Admitió, encendiendo el auto sin mirarla.

—Juggie, es que así será mas especial, mas emocionante. Relájate, vallamos a algún lugar divertido, no quiero ir a casa tan temprano— Pidió Betty.

Jughead la miro y no podía negarse o contradecir esos ojos verdes, grandes y brillantes que lo volvían totalmente loco. —Esta bien. ¿A dónde quieres ir?—

—Quiero un helado de fresa, chocolate y vainilla— Pidió.

Jughead soltó una pequeña risa. —¿Todo eso junto? Pensé que solo te gustaba el de fresa— Admitió, empezando a conducir.

—También yo— Contesto Betty, divertida.

El chico hizo lo que ella le pidió; Condujo hasta la heladería, ambos bajaron del auto y Betty pidió su helado tal y como lo quiso. Ambos se sentaron juntos en esa heladería y Jughead solo se dedico a observarla disfrutar su helado como niña pequeña.

El amaba cada detalle de ella, y cada día se sentía mas enganchado por su belleza.

Betty noto como el la miraba mientras disfrutaba su helado y lo miro, divertida. —¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?—

—Nada, bebé. Es que... es que te ves tan hermosa, y aun más estando embarazada— Admitió Jughead, aun mirándola, embobado.

Betty rio. —Te volviste loco. Estoy gorda y encima sigo comiendo cosas que me pondrán más gorda— Admitió, dándose otro bocado de su helado.

—No estas gorda, mi vida. Solo llevas a nuestro bebé dentro de ti y seguro será tan hermoso u hermosa como tu— Aseguro Jughead, tomando la mano de su novia y besándola.

•Mi Corazón Es Tuyo• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora