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Pasaron otros tres meses y fueron un éxito; Betty y Jughead empezaron a vivir juntos, aunque fue muy difícil para Alice dejar ir a su niña consentida. Por eso Alice y Charles visitaban con frecuencia a la rubia, la cual estaba siendo mas feliz que nunca viviendo con el padre de su bebé, el cual cumplió tan bien su promesa de cuidar a su novia e hijo que a veces exageraba.

Betty continuaba llevando un embarazo estable, pero el momento del parto ya estaba cerca y ese era el día que les preocupaba, aunque aun faltara un mes.

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—¡Jughead!— Lo llamo Betty, desesperada, desde la enorme sala de estar de la mansión. —¡Ven rápido!— Grito.

Jughead estaba en la cocina, y cuando escucho a su novia gritar, entro en pánico y hasta se cayó, pero se levantó rápidamente y corrió hasta la sala de estar, encontrando a Betty sentada sobre uno de los grandes sofás de la sala, tocándose el vientre.

—¿Qué? ¿Qué te paso? — Pregunto Jughead, preocupado, acercándose a ella y posando una mano en su mejilla.

Betty lo miro, con una sonrisa. —No me pasa nada Juggie. Es el bebé, se esta moviendo mucho, tócalo — Pidió, tomando la mano de su novio para colocarla sobre su enorme vientre de ocho meses de embarazo.

Jughead suspiro, aliviado, sentándose a su lado. —No me des ese susto, Betts — La regaño, pero cuando sintió a su bebé moverse con locura dentro de la panza de su novia, abrió los ojos como platos y sonrió, emocionado.

Betty noto como el sonreía. —¿También lo sientes?— Pregunto, con una sonrisa y los ojos cristalizados de la emoción.

—Claro que lo siento. Oh por Dios... — Murmuro, fascinado al sentir las pataditas de su bebé. —¿Me oyes, bebé? Soy yo, soy papi — Le hablo, dejando un tierno y delicado beso sobre ese vientre.

Este momento estaba siendo demasiado emocionante para los dos; Estaban teniendo contacto con su bebé antes de que este naciera. Podían sentir como sus pequeños pies casi querían atravesar la piel para salir al mundo.

—Ay... eso duele bebito. No seas travieso, no patees a mami — Lo regaño Betty, divertida, con las lagrimas saliendo de sus ojos verdes y cansados. —Malditas hormonas — Murmuro.

—Bebé, aun no es momento de salir. No te desesperes amor, te amamos mucho y cuento con que vas a llegar al mundo sano y salvo, seas niño o niña — Hablo Jughead, dejando repetidos besos sobre el vientre de su novia.

—¡Hola! ¿De qué me estoy perdiendo?— Pregunto JB, entrando a la sala, con una sonrisa.

—Jellybean... ven rápido, mira esto. El bebé se mueve mucho— Le aviso Betty, emocionada.

JB se le acerco y puso sus manos sobre el vientre de su cuñada, y también pudo sentir los movimientos del bebé. —Ouh... cálmate bebé. Todavía no es momento de salir— Dijo, con una sonrisa.

—¿Sera normal que se mueva tanto? ¿Te llevo al hospital mi amor?— Pregunto Jughead, preocupado.

—Claro que no, yo me siento muy bien y parece que mi bebé también— Aseguro Betty, sonriendo al sentir a su bebé, igual que JB.

—Betty tiene razón, hermanito. Creo que a veces exageras un poquito— Admitió JB. —Relájate—

—Jellybean, no voy a relajarme hasta que mi bebé nazca y Betty este totalmente fuera de peligro — Aseguro Jughead, nervioso, caminando de un lado a otro.

—Ay Juggie... estoy bien, de verdad, pero aprecio que te preocupes, es muy lindo pero... no me gusta que te estreses — Admitió Betty, mirándolo, preocupada.

—Tu estrés la va a estresar a ella, ya bájale, hermano — Pidió JB, aun acariciando el vientre de su cuñada.

Jughead le iba a responder hasta que recibió una llamada. —Chicas, perdonen, voy a atender una llamada— Aviso, tomando su celular.

En la llamada...

—Sweet pea... ¿Qué ocurre? — Le pregunto el ojiazul.

—Jughead... unos negociantes quieren hablar contigo. Dicen que les interesa hacer negocios contigo y es contigo que desean hablar en este momento. Están aquí en el edificio — Aviso Sweet pea.

Jughead suspiro. —De acuerdo, voy a ir, pero será rápido. Nos vemos en diez minutos —

—Está bien, aquí nos vemos — Acepto Sweet pea.

Fin de la llamada.

En realidad, Jughead no quería ir. No quería descuidar a su novia embarazada, pero a veces el deber de los trabajos llamaba y los negociantes desesperados pueden ser molestos.

Tenia que avisarles a JB y a Betty, las cuales hablaban sobre la llegada del bebé y lo sentían moverse, felices.

—Chicas, tengo negociantes molestos esperándome en la empresa y debo ir. ¿Van a estar bien? — Les pregunto a su novia y hermana.

—Claro que sí, tontito. Ahora vete y déjame a tu novia y a mi sobrino o sobrina para mi solita — Dijo JB, abrazando a su cuñada.

—Ve con cuidado Juggie, te amo — Respondió Betty, lanzándole un beso.

—Y yo te amo a ti, bebé. Las amo a las dos, o a los tres. Adiós— Se despidió, agarrando su saco para ponérselo mientras salía de la mansión e iba a su auto.

El tenía prisa; Quería ausentarse el menor tiempo posible porque aunque lo diera a demostrar lo menos posible, tenia miedo.

Miedo de perder al amor de su vida, a su bebé o a ambos.

Llego en su auto hasta la empresa y entro al edificio, encontrándose con varios señores negociantes que tenían tratos para ofrecerle.

Entonces, lo que se supone que debía ser una conversación muy breve, se convirtió en una conferencia de negocios de tres horas.

—Vera, Forsythe... sus empresas nos llamaron la atención porque son innovadoras. Usted si sabe como se maneja el mundo hoy en día en cuanto a negocios y por eso nos interesa aliarnos con usted — Explico un señor mayor de traje.

 Jughead le iba a responder hasta que recibió una llamada de su hermana, y no pensaba colgarle por nada del mundo. Podría ser importante.

—Mil disculpas, caballeros — Se disculpo Jughead, poniéndose de pie con su celular en mano. —Tengo que atender una llamada muy importante, podría tratarse de una emergencia —

—Adelante, señor Jones — Autorizo el señor.

Jughead le sonrió y salió rápidamente de aquella oficina, atendiendo la llamada de su hermana.

En la llamada...

—Hermanita... ¿Qué paso?— Le pregunto Jughead, algo preocupado.

—Jug por favor ven... Betty está mal, de verdad. Ven Jughead— Suplico JB.







 

Oh no... 


Amores, odio dejarlos con la intriga, pero mañana no estare en casa todo el dia y quiza no publique hasta la noche, porque posiblemente llegue muy cansada.

Tambien es buen momento para recordarles que mis vacaciones se estan terminando *Llora* 





Samy 

•Mi Corazón Es Tuyo• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora