•Mi Corazón Es Tuyo•

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Jughead la rodeo con sus brazos y beso su mejilla. —Tampoco yo. Pero vamos, nos esperan—

Betty asintió, y ambos, tomados de las manos, entraron a ese hospital y fueron recibidos de inmediato por una doctora que al menos Betty nunca había visto en su vida.

Estaba ahí, frente a ese escritorio en ese consultorio, pero Jughead tomo su mano y la hizo recordar que no estaba sola en esto.

—Que gusto verlo por aquí, señor Jones— Admitió la doctora castaña de algunos cincuenta, mirando al ojiazul y luego a Betty. —Usted debe ser Elizabeth Cooper... ¿Cierto? —

Betty asintió, algo nerviosa. —Si, mucho gusto—

—El gusto es todo mío linda. Soy la doctora Harper. Ustedes están aquí por un supuesto embarazo... ¿Me equivoco? — Pregunto, empezando a escribir en la computadora que tenia en frente.

—No, no se equivoca— Aseguro Betty, jugando con sus manos, aun nerviosa.

—Se ve bastante joven, Elizabeth. ¿Qué edad tiene? — Pregunto la doctora.

—Dieciocho— Contesto bajando la mirada.

—Bien...— Dijo la mayor, escribiendo en su computadora. —¿Tiene algún problema de salud o alguna condición que se necesite saber? —

 Betty no supo que responder; No le gustaba contarle a nadie sobre el problema que tiene desde pequeña, pero sabía que en esta ocasión iba a ser importante saber.

—Tengo asma desde que tengo memoria, señora— Contesto.

—Okey... ¿Por qué piensa que esta embarazada, Elizabeth? — Pregunto la doctora, aun escribiendo en su computadora.

Betty tomo aire, aun sin mirarla. —Me hice una prueba de embarazo hace poco y estaba positiva—

—Le dije que se hiciera tres mas para ver si se había tratado de un falso positivo, pero las tres últimas también estaban positivas— Hablo Jughead, ya desesperado.

La doctora termino de escribir en su computadora y se puso de pie, mirándolos a ambos. —Muchachos, según lo que me han dicho ya es casi seguro que estén embarazados, pero es necesario que yo le practique algunos estudios para confirmar oficialmente su embarazo, señorita Cooper. ¿Bien? —

Betty asintió, y la doctora empezó a hacerle algunos estudios sencillos, solo para conocer su estado actual de salud y si de verdad estaba embarazada. Esto se termino pronto, por suerte para ella, porque era la primera cita.

Después de un rato, otra vez la joven pareja estaba frente a ese escritorio, manteniendo la pequeña esperanza de que las pruebas de embarazo hubiesen fracasado y que en realidad no existiera ningún bebé a bordo.

—Muchachos... no se por donde empezar. Elizabeth...no me gusta lo que vi en su presión arterial. Esta algo elevada. Puede ser que últimamente este muy estresada o tensa— Dijo la doctora, mirándolos, seria.

—Okey, si, estoy muy estresada, los dos lo estamos, pero... ¿Vamos... vamos a tener un bebé o no? — Pregunto la rubia, muy ansiosa.

—Nena, tranquila— Pidió Jughead, tomando su mano y apretando levemente. —¿Vamos a ser padres? — Pregunto, mirando a la doctora.

La mayor suspiró, mirando la pantalla de su computadora. —Es un hecho, van a tener un bebé. Señorita Cooper, usted esta embarazada y ahora mismo tiene aproximadamente siete semanas—