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Al día siguiente, la rubia fue a la universidad, en donde se junto con sus amigas; Era viernes y ella planeaba algo divertido, tomando en cuenta que ni su madre o hermano estarán cerca mañana en la noche.

Y ahí, en el jardín del campus mientras tomaban su receso, ella haría esa propuesta.

—Chicas, mañana es sábado. ¿Ya pensaron en algo divertido para hacer mañana? — Pregunto Betty, animada.

—Yo no. Se me hace que mañana estaré muy aburrida— Dijo Toni, soltando un profundo suspiro.

—Tampoco tengo nada planeado. ¿Tu sí? — Le pregunto Verónica a la rubia, mirándola.

Betty sonrió, emocionada. —Mañana mamá no va a estar en casa y quiero hacer una fiesta—

—¿Una fiesta? — Preguntaron la morocha y la morena, al unísono.

—Si, una fiesta a la que invitaremos a los chicos de nuestro salón y ustedes deben invitar a sus novios y novias. Sera divertido— Aseguro Betty.

—Esa es mi chica mala— Dijo Verónica, abrazándola.

—Te admiro Betty Cooper— Admitió Toni, también abrazándola.

Betty sonrió hasta que empezó a sentirse extraña de nuevo, y se separo de las chicas; Estaba mareada y otra vez tenía nauseas, como ayer.

 —¿Qué tienes Betty? — Le pregunto Verónica, mirándola.

—¿Ocurre algo? — Le pregunto Toni.

Betty negó. —Yo... yo... yo tengo que ir al baño, no tardo— Aviso, largándose a correr.

No escucho lo ultimo que le dijeron sus amigas; Llego al baño lo más rápido que pudo y se encerró, empezando a vomitar, otra vez. No podía parar y no sabía cuanto tiempo había pasado hasta que una de sus amigas llego, buscándola.

—Ay B... ¿Qué te pasa? — Le pregunto la morocha, acercándose a ella y sujetándole el cabello mientras acariciaba su espalda.

Betty se sentía mal y no podía parar, y cuando por fin lo logro, apenas tenia fuerzas para levantarse. Por suerte Verónica la estaba ayudando y pudo llegar al lavamanos.

—Maldición... seguramente me cayo mal esa maldita leche— Se lamento Betty en un suspiro, lavándose la cara.

Verónica la miro y alzo una ceja. —¿Segura que fue ese tipo de leche la que tal vez te hizo daño? —

Betty entendió a lo que su amiga se refería y la miro mal. —¡Verónica! — Protesto.

—Era una broma Betty. ¿Te sientes mejor? ¿Crees que podrás hacer esa fiesta? — Pregunto Verónica, preocupada.

—La fiesta se hará si o sí. Salgamos de aquí— Dijo la ojiverde.

Ambas salieron del baño y regresaron al jardín del campus, en donde Toni las buscaba a las dos desesperadamente hasta que las vio.

—Por Dios... ¿Dónde se habían metido? ¿Entonces ustedes dos se van por ahí y me abandonan? — Pregunto Toni, cruzando los brazos mientras miraba a sus amigas, seria.

—Betty se sentía mal. Dice que la leche le hizo daño— Contesto Verónica, guiñándole un ojo a la morena.

—¿Cuál leche? — Pregunto Toni, confundida.

Lo mismo me pregunto— Admitió Verónica, divertida.

—Basta chicas— Pidió Betty, sonrojada.

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