Domingo por la mañana, y Betty apenas había podido pegar un ojo en toda la noche, pensando en que seria de su futuro con un hijo, y no veía nada bueno; Sus estudios, su juventud, su familia y su reacción... era demasiado y no sabia como manejarlo.
La fiesta de anoche había sido todo un éxito, y todo había quedado como estaba y no se dejó rastro de la fiesta; De todos modos, eso no impidió que Alice se diera cuenta.
Igual no era eso lo que tenía a Betty preocupada; Apenas había puesto un pie fuera de su cama cuando las nauseas la atacaron y la enviaron al baño, otra vez.
—¡Elizabeth! — La llamo Alice, tocando la puerta de su habitación con insistencia. —¡Tu hermano vino a desayunar con nosotras! ¿¡Aun estas dormida?!—
—¡Dame unos minutos!— Pidió la rubia, aun desde el baño.
—¡No tardes!— Advirtió Alice, retirándose.
Después de vomitar casi hasta el propio estómago, Betty tomo un relajante baño y se dispuso a bajar las escaleras y llegar hasta la mesa a desayunar junto a su madre y hermano; Se sentó junto a ellos, y estos solo la miraron. Tenía los ojos hinchados de tanto llorar y por la falta de sueño, sin contar los malestares por los que estaba pasando.
—Así se ven las personas que hacen fiestas en casa sin permiso. Apuesto a que tomaste mucho alcohol— La regaño Alice, mirándola, seria.
—Por favor dime que al menos Jughead estaba aquí. Digo... alguien responsable debía estar aquí para vigilarla— Dijo Charles, tomándose un vaso de jugo de manzana.
—Jughead si estaba. Mamá, perdón por haber hecho una fiesta sin tu autorización— Se disculpo Betty, dejando caer su cabeza sobre la mesa, agotada.
—¿Quieres fruta, linda? Tal vez así se te levanten los ánimos, mi amor. Toma— Ofreció Alice, pasándole a su hija un platillo lleno de frutas.
Betty lo tomo y cuando se iba a llevar una de esas frutas a la boca, tuvo que dejarla e irse corriendo de regreso a las escaleras para correr por el pasillo y llegar al baño, solo para volver a vomitar.
Pero esta vez, Alice la siguió y vio el estado en el que se encontraba; Su hija desde hace varios días, en ese mismo estado. Como madre, claro que se preocuparía por su hija menor.
—Amor... llevas varios días enferma del estomago mi niña. Te voy a llevar al médico— Dijo Alice, acercándose a su hija y acariciando su espalda.
Cuando la rubia mas chica pudo dejar de vomitar, miro a su madre. —Es que ayer tome mucho alcohol— Mintió, poniéndose de pie y dirigiéndose al lavamanos.
Alice la miro con una ceja alzada. —¿Me estas diciendo que tienes resaca? —
Betty asintió mientras se lavaba la cara. —Ayer me divertí mucho y tomé demasiado— Volvió a mentir.
—Tiene resaca mamá, tranquila. No exageres y hazle ese té de hierbas para las náuseas— Dijo Charles, desde afuera del baño.
Esta vez, Betty logro engañar a su madre y hermano haciéndoles creer que tenia resaca, pero sabia que no iba a poder engañarlos de por vida; Lo que la tenia nerviosa era ese encuentro con Jughead para esta tarde, hasta que llego el momento.
Ella salió de su habitación con unos shorts cortos, una remera sencilla color rosa y un simpático sombrero azul oscuro, como sus shorts.
Alice estaba en la sala, en el sofá, leyendo un libro, y miro a su hija con una ceja alzada. —¿A dónde vas, jovencita? Aun no estoy nada contenta con la fiesta que hiciste sin mi permiso—
Betty tomo aire mientras pensaba en una mentira para engañar a su madre. —Verónica y yo tenemos un trabajo para mañana y tenemos que reunirnos hoy— Mintió. Hoy estaba diciendo demasiadas mentiras y odiaba mentir.
Alice la miro, aun sin estar totalmente convencida. —Bueno, esta bien. ¿Ya no te sientes mal? —
—Estoy perfecta— Aseguro, aunque eso también era mentira.
—Muy bien, yo también tengo que salir, pero quiero que estes en casa para cuando regrese. Mucho cuidado jovencita— Advirtió la mayor.
Betty asintió. —Gracias mamá. Nos vemos más tarde, te quiero— Se despidió, acercándose a su madre y besando su mejilla.
—También te quiero mi niña. Mucho cuidado— Advirtió Alice, aun concentrada en su libro.
Betty salió de casa y se dirigió hasta la cafetería en la que seria su encuentro con Jughead; Por suerte estaba cerca de su casa y no tenía que caminar demasiado, considerando lo cansada que se estaba sintiendo últimamente.
Llego y entro, y empezó a buscar a Jughead con la mirada hasta que lo vio ahí sentado, mirándola a ella; El traía una chaqueta negra de cuero que le quedaba muy bien, pero no había tiempo para pensar en eso.
Ella se acerco a el y se sentó frente a él, ambos en silencio. Jughead la tomo de ambas manos y las beso con dulzura, mirándola.
—Me gusta tu sombrero amor— Admitió Jughead, sonriéndole.
—A mi me gusta tu chaqueta— Contesto la rubia, con una leve sonrisa.
Otra vez hubo un breve silencio entre los dos, y es que había ya algo de tensión; Los dos estaban demasiado asustados.
Jughead tomo aire, dispuesto a empezar a hablar. —Betty... sabes perfectamente por que decidimos reunirnos aquí hoy, y es para hablar de lo que paso anoche— Dijo, tomándola de ambas manos.
Betty asintió, con los ojos cristalizados al recordar todo el caos de anoche.
—No llores amor, tengo buenas noticias. Anoche estuve investigando e incluso no pude dormir... pero existe la posibilidad de que el resultado de esa prueba de embarazo sea falso— Informo Jughead, entusiasmado.
—¿De verdad?— Pregunto Betty, con los ojos abiertos como platos y una emoción que calentó su pecho.
—¡Si! Mira... a veces esas cosas arrojan resultados que no son ciertos. Puede que no estes embarazada y esa prueba este equivocada. Entonces... lo mejor seria comprar mas para que te las hagas y así salir de dudas viendo sus resultados— Propuso el chico.
Betty asintió, limpiándose una lagrima que se le había escapado. —Estoy dispuesta a hacerlo—
Esto no termina aqui 👀 Hay que averiguar si habra Bebe si o no
Samy ❤
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•Mi Corazón Es Tuyo•
FanfictionCuando te conocí, entonces mi vida tuvo sentido, y eso que le da sentido a mi vida eres tú