Betty asintió, pero sin dejar de mirarlo a él; Para ella, lo que estaba pasando era irreal. Jughead dio unos pasos hasta estar cara a cara con ella, mirándola fijamente.
—Estas aquí...— Murmuro Betty, aun mirándolo, sin poder creerlo. —Pero... ¿Cómo? —
—También me alegra verte Betts— Respondió Jughead, divertido, posando una mano en su mejilla mientras la miraba fijamente. —Nena... tu madre se comunico conmigo y me dijo que le urgía que yo te hablara. Amor... ¿Qué esta pasando? Estas descuidando tus estudios, estas descuidando tu salud y eso es peligroso. ¿Por qué? —
Betty suspiro, bajando la mirada. —No lo sé, simplemente dejo de importarme todo eso. Ahora me tienen aquí, encerrada y separada de ti y yo... yo no sabía como manejar eso porque... porque te extraño, Jug, y te extraño demasiado— Confeso, mirándolo con los ojos cristalizados.
—Oh no hermosa, no— Respondió Jughead, abrazándola y besando su cabeza. —Ya no tienes que extrañarme más porque estoy aquí para ti, amor— Aseguro, separándose y mirándola fijamente, apartando un mechón de su cabello rubio de su cara. —Pero necesito que me hagas un favor a mi y a todos los que te aman—
—¿De que estas hablando? — Pregunto Betty, curiosa,
—Necesito que te dediques al estudio al cien, como antes, o quizá mejor. También necesito que por favor te alimentes bien, que intentes descansar bien y sobre todo... que cumplas al pie de la letra lo que te diga tu doctor para que ya no vuelvas a tener esos ataques de asma, por favor. ¿Puedo contar con eso? — Pregunto Jughead, serio y firme.
Betty rodo los ojos, divertida. —Lo intentare—
—No, quiero que me prometas que lo vas a hacer. ¿Lo prometes? — Insistió el ojiazul.
—Bueno... está bien, lo prometo Juggie— Prometió la rubia, volviendo a abrazarlo, rompiendo en llanto en sus brazos. —No vuelvas a dejarme, no te vallas nunca de mi lado Jug, te amo—
Jughead la abrazo con fuerza, besando su cabeza, resguardándola entre sus fuertes y grandes brazos. —Me asegurare de no volver a dejarte mi amor. Yo hablare con tu hermano y llegaremos a un acuerdo para estar juntos. ¿Sí? No me gusta que mi chica llore— Se separo y beso su frente.
Betty se separo y lo miro. —¿Hablar con mi hermano? Pero él ni tolera verte. Ni siquiera se como entraste a la casa—
—Voy a hablar con el ahora. Estoy aquí porque ni Charlie ni tu madre saben que hacer contigo y pensaron que a mi si me harías caso y que yo te levantaría los ánimos— Confeso Jughead mientras acariciaba el rostro de la chica con una sonrisa.
Betty sonrió, aun con los ojos cristalizados. —¿De verdad hicieron eso por mí? —
—Mi amor, por ti harían eso y mucho más, porque son tu familia y te aman. Por eso voy a enfrentar a tu hermano en este momento— Aviso Jughead, dándole a Betty la espalda para salir de ahí.
Juggie... espera— Respondió la ojiverde, tomándolo de la mano y deteniéndolo. —Debemos enfrentarlo juntos. Yo voy contigo—
—No es necesario amor. Yo debo dar la cara por ti, y es lo que debí hacer desde el principio— Admitió, retirándose de la habitación.
—Pero déjame ir contigo. Los dos queremos estar juntos, y por eso debemos enfrentarlo juntos— Opino Betty, corriendo hacia él y tomándolo de la mano, mirándolo.
—Betty, enserio no es...
—Me llevas o me llevas, pero iré contigo quieras o no— Exigió la rubia, decidida.
Jughead suspiro, rendido. —Esta bien, esta bien. Vamos—
Los dos, tomados de las manos, bajaron las escaleras y llegaron a la sala de estar, en donde Charles y Alice esperaban, sentados uno al lado del otro en el sofá. Clavaron sus miradas en Jughead y Betty en cuanto los vieron.
—Alice, Charles... se que debí hacer esto desde el principio y estuvo mal no hacerlo, pero en este momento estoy aquí para pedirles una oportunidad y pedirles su aprobación para estar con Betty— Pidió Jughead, acercándose a ellos.
—Mami... Charles... por favor... déjennos ser felices. Prometo que ya me voy a comportar, pero por favor denle una oportunidad. Nosotros nos amamos. No nos separen, por favor— Suplico Betty.
—Mis niños... ustedes saben que por mi no hay problema. Jughead, eres el hombre que quiero para mi hija, porque la cuidas y la quieres. Pero... ¿Qué dice Charlie? — Pregunto Alice, mirando a su hijo, quien permanecía serio y callado.
Charles suspiro, mirando a la joven pareja. —No me gusta que me hallan mentido y no me gusta que mi amigo se haya metido con mi hermanita, pero... creo que lo que importa aquí es la felicidad de Betty, y si tu estas aquí por ella y la has cuidado tanto como dicen Betty y mamá... creo que lo mas adecuado es aceptarlo. ¿Qué más da? —
Betty chillo y se lanzo hacia Jughead, quien la tomo entre sus brazos mientras ella le llenaba la cara de besos y seguía tan emocionada que no se reconocía.
Jughead sonrió y dejo un beso sobre la frente de Betty después de bajarla, y miro al rubio. —Entonces... ¿Amigos otra vez? —
—Lo intentare— Se propuso Charles, poniéndose de pie. —Ahora te reto a un juego de baloncesto para ver si de verdad mereces a mi hermana—
Jughead sonrió, divertido. —Vamos amigo. Estoy viejo para esto— Bromeo. —Acepto. Vas a perder—
—Eso lo veremos. Vamos— Invito Charles, poniéndose de pie y saliendo de la casa.
—Quiero jugar— Pidió Betty, siguiendo a Charles junto a Jughead.
—Cuando vuelvas a ponerte al día con tus medicinas podrás jugar con nosotros— Respondió el rubio, saliendo al jardín y tomando el viejo balón de basquetbol que estaba tirado en el jardín.
—Charlie tiene razón— Lo apoyo Jughead mientras se quitaba el saco que componía su traje para jugar, acercándose al tablero. —No queremos hacer una visita al hospital hoy. Oye Charlie, vamos—
—Ahora prepárate para perder, abuela— Lo reto Charles, empezando a jugar con el balón.
Betty no tuvo más opción que observar junto a su madre como los dos chicos revivían su infancia y adolescencia, dejando atrás los resentimientos y el pasado para empezar de nuevo y esta vez hacer las cosas bien.
Y lo que mas le emocionaba es que ahora ella iba a poder mantener su relación con Jughead sin mas secretos ni obstáculos, o eso creía.
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