<86>

159 22 37
                                    

Y así se fue un mes sin señales de Betty en ningún lado; Las cámaras de seguridad no mostraban mucho, y Alma se negaba a hablar, ya que era la principal sospechosa. La desesperación de la familia y amigos de Betty ya era de otro nivel.

Todos estaban desesperados y al borde del colapso al no saber nada de ella. Jughead cada vez se sentía más perdido, sin mencionar que ahora estaba encargándose de los niños sin ella.

Este mes, se suponía que seria su boda, el día mas feliz de sus vidas, y estaba siendo todo lo contrario a lo que querían.

<<<<<<<<<<<<<<<<<<<°°°°>>>>>>>>>>>>>>>>>>

—Les juro que ya no sabemos en donde buscar. La ciudad es muy grande— Explico un detective, caminando hacia el cuarto del departamento de policía junto a Jughead y Charles.

—Eso no me interesa. Busquen hasta por debajo de las piedras si es necesario— Exigió Jughead, desesperado y malhumorado.

 —Es mi hermanita la que está perdida. Ella tiene que aparecer— Suplico Charles.

—Entiendo su desesperación, pero no tenemos pista alguna y la señorita Alma no quiere hablar— Contesto el detective, abriendo la puerta del cuarto principal.

Ahí estaba Alma frente a Alice, dos oficiales de la policía y a estos se les unieron el detective, Charles y Jughead.

—Ya les dije que no tuve que ver con la desaparición de esa chica—Negó Alma, firme.

—Por favor... es mi hija. Tiene dos niños pequeños esperándola en casa. ¡Dime que hiciste con mi hija!— Le grito Alice, desesperada.

—¡Ya les dije que no se nada! ¡Yo no lo hice!— Se defendió la castaña.

—Basta— Pidió Jughead, acercándose a Alma y sentándose frente a ella en esa mesa, mirándola fijamente. —Alma... escucha. Se que metí la pata contigo y lo siento mucho, de verdad. Pero Betty no tiene que pagar por eso. Hay dos niños pequeños en casa que todos los días lloran por ella y me preguntan cuando regresara su madre. Por favor, por favor dime en donde esta y te daré el dinero que quieras. ¿Cuánto quieres?— Le pregunto.

Alma soltó una risa sin gracia, mirándolo. —Ya les dije que yo no tuve nada que ver—

Jughead suspiro, frustrado, y se puso de pie, dándole la espalda a Alma. —De verdad lo intente—

El detective también se le acerco, y la miro. —Eres sospechosa y no quieres hablar. Creo que vas a divertirte un buen rato en una celda—

—No pueden llevarme— Negó Alma.

—Claro que podemos, señorita— Respondió un oficial, ayudándola a ponerse de pie mientras el otro le ponía las esposas.

—¡Están cometiendo una equivocación! ¡No hice nada!— Aseguro Alma mientras los oficiales se la llevaban.

Después de que se llevaron a Alma, Alice abrazo a Charles mientras lloraba amargadamente entre sus brazos, y Jughead sufría en silencio, apoyado en la pared de aquel cuarto.

El detective se les acerco, apenado por la situación. —Escuchen... nosotros seguiremos buscándola por cielo, mar y tierra y no descansaremos hasta obtener algo. Lo siento mucho—

 Jughead lo miro y asintió. —De acuerdo, gracias detective—

—Los llamaremos si encontramos algo— Contesto el detective, retirándose del cuarto.

—Vámonos mamá— Le dijo Charles a su madre mientras aun la abrazaba, y miro a su cuñado. —Jug... ve a casa amigo. Descansa, enserio. Ve a ver a los niños, yo también iré a mi casa y después iré a ver a mis sobrinos—

Jughead asintió. —Claro, eso hare. También descasen y si ocurre algo, me llaman—

Después de despedirse de su suegra y cuñado, Jughead subió a su auto para conducir a casa, pero antes, vio una fotografía que tenia en el cajón del auto, en donde Betty aun tenia dieciocho.

La extrañaba tanto, que nunca había extrañado tanto a alguien como la estaba extrañando a ella. El no saber en donde estaba lo mataba lentamente, todos los días.

Igual sabia que auntenia dos hijos que lo necesitaban mas que nunca. Por eso, con los ojos ardiendo por las ganas de demarrar todas las lágrimas, condujo hasta su casa y ya no se escuchaban las risas que solían escucharse cuando Betty aun estaba.

Bajo del auto, y cuando llego a la sala de su casa, se encontró con JB mientras esta sostenía en su regazo al bebé y también a Lili.

Tyler estaba dormido, y Lili fue la primera en ver a su papá y correr hacia él. —Papi...—

Jughead se agacho y beso su frente. —Hola princesa—

JB lo miro y se le acerco, con Tyler dormido en sus brazos. —Por la cara que traes, puedo darme cuenta de que no han encontrado nada— 

Jughead negó, soltando un suspiro. —Dame a Tyler, lo llevare arriba—

JB asintió y dejo al bebé de ya casi cinco meses en brazos de Jughead, y mientras ella se quedaba abajo con Lili, el pelinegro llevo al niño de pelo castaño a su cuna, en la habitación que actualmente compartía con su hermana mayor.

Lo dejo con mucho cuidado sobre su cuna y sonrió apenas un poco al verlo tan tranquilo, profundamente dormido. El bebé no había vuelto a ser el mismo desde que Betty se fue, y verlo dormir tan pleno era bueno.

Salió de la habitación de sus hijos y se detuvo en su habitación, la que alguna vez compartió con su novia. Estaba llena de fotos suyas, con o sin los niños.

Desde que ella se fue, sentía un profundo vacío en su pecho y una presión que no lo dejaba vivir, no lo dejaba dormir siquiera. Se lamentaba haberla tratado tan mal la ultima vez que se vieron.

En eso recibió la llamada de un número desconocido, y pensó que era del departamento de policía.

En la llamada...

—¿Hola?— Hablo Jughead, sin estar de humor.

—¡Jug! ¡Juggie! ¡Soy yo! ¡Ayúdame!— Grito la voz de Betty, aterrada, llorando.

—¿Betty? ¡Betty! ¡Mi amor eres tú! ¿¡Donde estas?!— Le pregunto Jughead, con el corazón a millón.

—No lo sé...esta oscuro y me da mucho miedo Juggie... ven, te lo suplico. Me va a matar— Sollozo.

—¿Quién te va a matar? Bebé, háblame— Le exigió Jughead, desesperado.








 

Quien podria estar detras del secuestro de Betty? 







Samy 

•Mi Corazón Es Tuyo• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora