Jughead la tomó del mentón, haciendo que ella lo mirara. —Aún es temprano. No tenemos que irnos ahora—
Betty volvió a perderse en su mirada, porque ella lo deseaba quizá tanto como él a ella; se volvieron a acercar hasta que sus labios volvieron a quedar tan cerca que casi se unen de nuevo, pero la rubia no cedió.
—De verdad creo que ya debería irme— Dijo Betty, bajando la mirada.
Jughead suspiró mientras acariciaba su mejilla y la miraba fijamente. —Te llevaré a casa, cariño. Pero sería bueno que viniéramos otro día y disfrutáramos más la casa—
Betty sonrió. —Eso suena bien. Gracias por todo, Jug—
—No tienes nada que agradecerme, linda. Vámonos pequeña— La tomó de la mano.
Ella tomó su mano, y ambos se dirigieron al auto. Betty le dio una última mirada a esa maravillosa casa de campo antes de subir al auto junto a Jughead.
El ojiazul empezó a conducir y ambos iban en total silencio, Betty mirando por la ventana, perdida en sus pensamientos.
¿Que había sido ese beso? Eso era lo que pensaban los dos. ¿Y eso era correcto?
Definitivamente no.
¿Lo habían disfrutado? Demasiado.
Finalmente Jughead llegó a la casa de la rubia y bajó solo para abrirle la puerta, algo que ella agradeció con un dulce beso en la mejilla.
—¿Nos vemos el lunes?— Preguntó Betty, mirándolo.
Jughead asintió. —Nos vemos el lunes, creo. Pero cualquier cosa tú sólo escríbeme nena. ¿Si?—
Betty asintió y lo abrazó, y él le siguió el abrazo hasta que una voz que los alarmó los interrumpió.
—Elizabet...— La llamó Alice, acercándose, algo atónita y confundida. —¿Donde estabas? ¿Andabas con ese muchacho?—
Se separaron de golpe, y no sabían qué decir hasta que Jughead se acercó y tomó la iniciativa.
—Lo siento, señorita. Soy Jughead, el viejo amigo de Charles. ¿Me recuerda?— Preguntó.
Betty cerró los ojos con fuerza, con el corazón a millón, y Alice estudiaba a Jughead con la mirada, tratando de recordar.
—Ohh... eres ese niño que venía a jugar con el, ya me acuerdo— Admitió Alice, con una sonrisa. —Cuanto tiempo. Qué diferente estás. No sabía que tú y mi hija...
—Somos amigos— Aclaró Betty, nerviosa. —Somos amigos, mamá. No te confundas—
—Tranquila, Elizabeth. Solo habría preferido que me presentaras a tu... amigo antes porque no sabía en donde estabas y ya me estaba poniendo nerviosa— Dijo Alice. —Igual agradezco que trajeras a mi hija—
—Fue un placer. Hasta luego, señorita Cooper—Se despidió Jughead, tendiéndole la mano para luego mirar a Betty y besar su mejilla. —Hasta pronto Betts—
—Hasta luego— Contestó Betty, sonriéndole levemente.
Jughead le sonrió una última vez y subió a su auto para irse, no sin antes despedirse con un gesto de mano desde la ventana del auto.
Betty suspiró cuando el chico desapareció por la calle y se giró a mirar a su madre. —Mamá... por favor no digas nada—
—¿Y que voy a decir? No me molesta que ese chico sea tu amigo, y mucho menos si se gustan o son pareja— Aclaró Alice, encogiéndose de hombros.
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•Mi Corazón Es Tuyo•
FanfictionCuando te conocí, entonces mi vida tuvo sentido, y eso que le da sentido a mi vida eres tú