Alas para volar ✔

50

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MAIA

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—Ayer me terminé La comunidad del anillo.

Liam se volvió sonriendo.

—Ya era hora...

Lo empujé con el codo.

—Yo leo a mi ritmo.

—¿Y cuál es su veredicto, señorita?

Ignoré el apelativo y me mordí el labio.

—Me quedo con la película.

Lo miré de reojo, deseando ver cuál era su respuesta... Y, como casi siempre, me sorprendió y me gustó a partes iguales.

—Y por eso dejo que sigas viviendo aquí.

Abrí la boca aunque la verdad era que no podía dejar de sonreír. Claro que sus palabras me habían afectado... En realidad todo él conseguía ese efecto, pero ya hacía tiempo que había aprendido también a seguirle el juego.

—¿Solo por eso?

Entonces fue él quien me miró directamente a los ojos. Estábamos sentados en el sofá, uno al lado del otro, y sus pupilas se encontraban tan cerca de las mías que me perdí en ellas.

—¿Y por qué iba a ser?

Me tragué las palabras que realmente quería decir.

—Porque cocino de muerte.

Liam torció la sonrisa.

—Sigue probando.

Un simple movimiento hacia delante y no me haría falta seguir probando... Pero hice todo lo contrario; aparté la mirada y la llevé a mi regazo. Jugueteé un poco con las manos hasta que él acercó una de las suyas, provocándome un escalofrío solo con rozarme.

—Sabes tan bien como yo que no es solo por eso.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza y solté el aire en un suspiro.

«Vamos, no es tan difícil...»

—Me encanta vivir contigo.

Quién de los dos dijo aquello no es lo importante.

Lo verdaderamente importante es que seguían quedando muchas otras cosas en el tintero...

Y que algún día tendrían que salir.