Capítulo 16

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Unintended - Muse

You could be my unintended
Choice to live my life extended
You could be the one I'll always love

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Se hizo una costumbre y un tipo de comunicación extraña entre Jennie y Lisa. Los dibujitos y las notas esta vez cortas para que sean fácil de leer.

Ahora que sabía que Lisa tenía una discapacidad de aprendizaje en la lectura, Jennie trataba de no saturarla. Fácil sería hacer caso a las exigencias de Lisa sobre que no era necesario que practicara del todo y que no tenía que ser su tutora para ello, pero la joven hizo caso omiso.

A pesar de que la gitana tratara de herirla diciéndole que sólo era una prisionera y se limitara a ser exactamente eso, una privada de la libertad. Que no pensara que tenía el derecho de enseñarle algo a Lisa solo porque se lo permitió una vez.

Pero, Jennie lejos de enojarse, tomó el insulto con una sonrisa porque había descubierto que eso descolocaba por completo a la gitana. Se quedaba sin habla y sin argumento o se iba con rapidez despotricando contra ella porque le irritaba que no le siguiera el juego de insultos como antes.

Lisa era difícil de decodificar, pero no imposible. Jennie se dio cuenta que Lisa solía acudir a los insultos o se ponía a la defensiva cuando se sentía amenazada y el hecho de que la joven tuviera una ventaja sobre ella en tema de aprendizaje le exasperaba. Aparte, era bastante notorio que se trataba de una inseguridad en la gitana y no quería exponerse a que su prisionera bromeara al respecto.

Porque Jennie era muy capaz, y Lisa lo sabía, y le gustaba que la desafiara al principio pero ahora que tenía un arma real para hincarle las costillas se ponía muy risible.

La gitana sabía leer, solo era lenta y floja, necesitaba estimular su cerebro para volverse mejor en ello. Sí bien tenía un buen léxico y sabía expresarse muy bien, por la pobre práctica de escritura que tenía en su vida tenía faltas ortográficas muy notorias.

Sabía dibujar decentemente, pero más allá de eso no usaba un lapiz.

Por más que tuviera la necesidad de ayudar a Lisa a superar un poco su miedo de leer y escribir, la gitana era obstinada y había cerrado el caparazón de nuevo. Declinó cualquier sugerencia que implicara ayudarle y Jennie solo pudo atribuirlo a que no quería que la mirara en esa faceta.

Así que, como un modo de incentivo y para hacerle saber que no tenía que avergonzarse con ella, comenzó a dejarle notas diarias en la oficina todas las mañanas. A veces las dejaba en el suelo o entraba directamente, aún sí Lisa se quejara de su insolencia. Y claro, como respuesta recibía un profundo ceño fruncido y una patada verbal en que no hiciera eso.

Los primeros días no obtuvo respuesta alguna, hasta que Lisa comenzó a responderle nuevamente con dibujitos. Algunos eran más elaborados que otros y la mayoría no tenía una respuesta escrita, solo ilustrada, pero Jennie apreciaba el esfuerzo.

"Buenos días, Lisa."

La gitana respondió con un dibujo de una palma abierta, Jennie lo adivinó como un saludo.

"¿Cómo estás, Lisa?"

Dibujó una cara enojada.

"Hoy hace frío."

Lisa se dibujó a sí misma debajo de un sol, Jennie intuyó que intentaba decirle que ella tenía calor.

Esas fueron las primeras notas y no tenían mucha más interacción, Jennie pasaba sus días entre sus nuevas amigas y estas les presentaba de a poco a otras personas en el búnker. La joven conoció a los padres de Rosé y Yeri y resulta que la señora que solía llevarle comida en la jaula y cuando no tenía permiso de salir era la madre de ellas.

Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora