Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]

Capítulo 40

Vigilante Shit - Taylor Swift

I don't start it but I can tell you how it ends
Don't get sad, get even
So on the weekends
I don't dress for friends
Lately I've been dressing for revenge

◦❀───────────────────❀◦

Cuando la puerta de la entrada al búnker se abrió por sobre sus cabezas, Jennie miró el cielo celeste por primera vez en seis meses. El corazón traqueteaba desbocado, expectante a que la ansiedad se calmara.

Lisa se inclinó por la rendija, estirándole una mano con una leve sonrisa. Jennie la tomó, subiendo las escaleras e impulsándose hacia arriba con ayuda de la gitana. Al estar afuera, la mayoría ya estaba montándose en tres autos negros. La única que le faltaba salir era Jisoo, Rosé se quedaría al pendiente del búnker.

Jennie miró el panorama general con detenimiento, confirmando las sospechas de que se encontraban en el medio de un campo en el medio de la nada. A la izquierda comenzaba a subir una montaña un poco empinada, la cual tenía árboles que cubrían un poco el cielo. A la derecha había un camino de tierra, en el cual estaban estacionados los vehículos.

—¿En dónde guardan los autos?

Lisa pareció mirar lo mismo que ella.

—Hay una granja a dos kilómetros, le pagamos una mensualidad a los dueños para que nos permitan guardar vehículos. El convenio tiene décadas y no hemos tenido problemas con ellos en ningún punto.

La joven asintió en comprensión.

—¿Y cómo es que... —ahora que estaba afuera tenía demasiadas incógnitas nuevas.—No sé, tienen vigilantes o algo así? ¿No tienen miedo de que el gobierno encuentre este sitio?

En ese momento Jisoo salió del búnker, Lisa se acercó para ayudarla a cerrar la puerta mientras contestaba.

—Tienen más de cuarenta años sin prestar atención a este bunker, pero tenemos varios anillos de seguridad a unos kilómetros. En caso de ver movimiento extraño ellos nos llaman por un teléfono satelital, sí estamos en peligro hay una salida de emergencia para evacuar a todos. Te la enseñaré cuando volvamos.

—Oh...

Jennie miró como terminaban de sellar la puerta y colocaban una pila de grass artificial por encima. Sólo sí eras demasiado observador podías percatarte que había algo debajo. Comenzaron a caminar hasta el último vehículo, el camión del banco estaría esperando a las afueras de la ciudad de Londres.

—¿En esa granja también están los cultivos de los que Changbin hablaba? —preguntó la joven nuevamente.

Lisa le abrió la puerta, esperando a que entrara para después hacerlo ella. Jisoo estaba sentada en el asiento delantero y Seulgi manejaba.

—Ah, sí. —respondió Jisoo.—No podemos aspirar a cultivar abajo, por lo que aparte de la mensualidad también hemos comprado un lote de la granja. Cualquiera que lo mire por fuera pensará que pertenece a los dueños.

El auto comenzó a avanzar, el ruido de las ruedas escarbando en la tierra se hizo presente al igual que un leve tambaleo.

—¿Ellos saben quienes son ustedes?

—Saben que somos gitanos pero no en donde vivimos ni cuantos somos en realidad. Changbin y Jisoo son los que más interactúan con ellos. —tomó su mano y la acercó para reposar ambas en su regazo. Lisa le acarició el dorso tranquilamente.—Estamos a salvo, princesa.