Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]

T2 Capítulo 8

You and Whose Army? - Radiohead

Come on if you think
You can take us on

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Todo temblaba, Charlotte lo sabía porque su mano ya no estaba siendo lo suficientemente fuerte para poder sostener el arma. Era como sí la fuerza se eyectara de su cuerpo y Wilson lo notaba con una sonrisa naciente en sus labios. Cinismo en su mayor esplendor.

Escarbaba, buscando en su mente algo de sentido en esas palabras. Claramente había escuchado que mató a su hija, pero su hija era ella misma y estaba bastante viva. Venía con una idea clara, sembrada por Raewon y en la que no habían huecos o cosas que dudara, pero esto...

Parecía un disparate, algo completamente fuera de sí. Wilson hablaba de otra persona o parecía que había sido así. Se hundió mucho más en su mente, tratando de llegar al momento de ese baby shower.

Tenía cuatro años, muchos no tenían la capacidad de irse hacia atrás, pero un momento tan significativo como empujar a una mujer embarazada por unas escaleras debería ser algo que la marcara para siempre.

No estaba. En ningún lado estaba oculto el recuerdo. No existía.

Buscó mucho más, aspectos de su niñez que fueran aleatorios. Recordaba el arrullo de alguien y recordaba correr entre risas y pasillos, pero no había nada muy concreto. Existían otras niñas que la alentaban a seguir corriendo, a alcanzar a alguien, a otra niña de pelo negro más grande que ella, pero todos los rostros estaban borrosos.

Y de repente el recuerdo más vívido que tenía era entrando a una escuela, su padre sonriéndole como no lo hacía nunca. Sus enormes manos acunando sus mejillas pequeñas y un beso que depositó en la coronilla de su frente mientras le decía que la amaba.

Estaba borroso.

Golpes, gritos, había algo entrelazado, tapando, no podía alzarse en cuclillas y mirar detrás de la enorme muralla, era...

El rostro de Wilson en todos lados, su voz, sus ojos. Como ahora, mirándola detenidamente, disfrutando de su sufrimiento envuelto en incertidumbre y miedo. Sí, Charlotte experimentó el miedo calado dentro de sus venas porque tenía miedo a lo desconocido. Wilson sabía cosas que no estaban en ella, Wilson había borrado cosas.

¿Lo hizo él? ¿O lo hizo ella misma?

Charlotte afianzó el agarre del arma, ignorando los espasmos de shock en su cuerpo y contando repetidamente del uno al diez una y otra vez. Inhaló profundo cuatro segundos, mantuvo cuatro más en sus pulmones y exhaló otros cuatro. Era una técnica que usaban en la academia militar para controlar momentos de nervios.

Incluso ahora cuando Wilson Blake estaba tratando de jugar con su mente decidió que no podía tomarse las cosas personales y que definitivamente no podía bajar la guardia ante un hombre que podría degollarla en un segundo sí se descuidaba.

Respuestas. Necesitaba respuestas.

—¿Estás drogado? —escupió la teniente. Era la conclusión a la que llegaba porque no entendía del todo.—¿Estás alucinando otra vez con tus malditas pastillas? Maldito enfermo de mierda.

Jamás en la vida le había hablado de esa forma a su padre, incluso Wilson se notó divertido y sobretodo sorprendido por ese arrebato. Dejó la punta del cuchillo hundido en la madera de la tabla, el mismo rebotando por la acción. Apoyó ahora sus manos libres del mesón mientras la observaba.

—¿Estás sorda? —preguntó en cambio con burla.—Te encontré analfabeta y llena de mierda, pero no recuerdo que hayas salido sorda.

Charlotte bufó, mordiéndose el labio.