The Adults Are Talking - The StrokesThey will blame us, crucify and shame us
We can't help it if we are a problem
We are tryin' hard to get your attention
I'm climbin' up your wall◦❀───────────────────❀◦
Las puertas dobles se presentaron ante él, oficiales con traje rojo y sombrero negro custodiaban las mismas y no le entregaron ni una mirada cuando la entrada fue abierta.
Raewon estuvo incontables veces en el Palacio de Buckingham. Al menos una vez por mes. Por ser líder supremo después de la reina, entre sus obligaciones estaba dar reportes constantes sobre las directivas que competían al país... O al menos las que a la corona le interesaba.
Por ejemplo temas respecto a la economía, las reservas y también disputas. Todo aspecto que tenga que ver con política, incluyendo el escándalo que se había filtrado negligentemente a la prensa con respecto al secuestro de su hija.
El primer ministro mantuvo la quijada en alto conforme se acercaba, era una sala inmensa que podrían ser perfectamente cuatro habitaciones juntas. Habían dos mujeres sentadas en frente de una pequeña mesa de té, cada una sentada al costado de la otra.
La reina María y su nieta, la princesa Irene.
Ésta última era necesaria ultimadamente, estaba siendo adoctrinada en ese tipo de reuniones porque la anciana estaba pisando los ochenta años y tenía un pie más del otro lado que en el plano terrenal.
Irene era la heredera al trono, por línea de sucesión estaba su padre Arturo pero la princesa también heredó la orfandad cuando él junto a su esposa tuvieron un aparatoso accidente.
De cualquier forma, ahí estaba Raewon, inclinándose tanto que sí se ponía de cuclillas podría besar la alfombra.
—Su alteza. —saludó primero a la princesa para después dirigirse a la reina.—Su majestad.
La reina hizo un gesto con la cabeza y el primer ministro se enderezó. Caminó hasta la silla de siempre, sentándose en silencio mientras un sirviente servía tres tazas de té.
El silencio era palpable mientras el sirviente abandonaba la sala cogiendo la jarra por debajo. Sólo cuando las puertas se cerraron nuevamente, Raewon se atrevió a hablar. O en realidad, a parlotear, porque antes de iniciar cualquier conversación importante por lo general debían ser casuales y al menos consultar sobre el bienestar del otro.
Mientras la reina murmuraba su estancia de dos meses en el Castillo de Windsor, Raewon podía observar de reojo la mirada penetrante de la princesa Irene. Conocía a la joven desde que estaba en pañales y sí bien no podía decir que tuvieran una relación cercana, sí que podía notar la rigidez en sus hombros conforme avanzaban con el protocolo.
Cuando acabaron la charla casual, Raewon comenzó a enumerar los temas competentes que tenían prioridad. Había uno en particular que sabía que tendría que llegar.
De hecho, para él resultaba prioritario y por más que deseaba ignorar el sudor dentro de sus palmas y la ansiedad molestando en su espina dorsal, sabía que la reina sacaría el tema a colación en cualquier instante.
—He escuchado lo que ha pasado con tu hija. —dijo la anciana después de un rato.
Raewon apenas pudo contener el ceño fruncido.
—Sí, es una situación lamentable.
—Desde luego, lamento que estés pasando por esto ahora.
El primer ministro asintió.
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Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]
FanfictionEclipsada en lujos, nepotismo y privilegios, Jennie pensaba que su vida sería así para siempre. Se había abandonado a las circunstancias en las que nació; reprimida por el patriarcado, robotizada en protocolos y amada por millones de ciudadanos simp...