T2 Capítulo 21

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Shogeki - Yuki Ando

The voices of friends were heard being trampled and drowned.
The reason why we can't end it.

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Una alfombra blanca llena de nieve y una ventisca fue el recibimiento de la pareja, además de un abrazo cálido de Jisoo y Rosé. Ensanguchadas sin poder evitarlo, Jennie y Lisa se miraron de reojo con una sonrisa y correspondieron al abrazo receloso que sus hermanas deseaban darles.

El vuelo a Corea concluyó sin mucha novedad, 18 horas en las que no hubo ni una turbulencia más que desvíos voluntarios para evitar ser localizados. El avión en que viajaban fue patrocinado por Chiquita, un modelo antiguo de la fuerza aérea que estaba apartado para reparaciones. Desde luego la teniente tuvo extremo cuidado con varios expertos para cuidar que no hubieran imprevistos, pero el serial del avión estaba marcado como inactivo para el gobierno por lo que era seguro movilizarlo siempre y cuando se alejaran de los radares.

Yuri, Changbin, Yeri y Nayeon y la mayoría de los que estaban en la isla viajaban en ese mismo avión, por lo que Rosé encontró su nuevo enfoque de afecto cuando coincidió con los ojos de su madre. Yuri estaba con una mochila en un brazo y una sonriente Yeri enganchada del otro. La mujer ceniza se separó de inmediato de ese otro abrazo y corrió al siguiente anhelado.

Yeri se rió por el arrebato, palmeando su espalda juguetonamente.

—¿Por qué no nos dijeron que estaría nevando acá? —aprovechó de quejarse, pero la sonrisa y las lágrimas en su rostro delataban su felicidad.

Rosé se rió con sus lagunas grises empapadas.

—Estoy segura de que lo dije, pero eres demasiado despistada.

La madre acarició su cabellera ceniza y larga, con las lágrimas rodando por sus mejillas mientras ahora abrazaba a sus dos hijas.

—Estoy feliz de que ahora estamos juntas. 

—Debí haberlos traído antes. —se lamentó Rosé.

Yuri le besó la mejilla de su hija.

—Todo a su tiempo, ya no hay nada que me aleje de ti.

Rosé le besó la mejilla a su mamá esta vez antes de saltar a su padre, quien ya tenía los brazos preparados para un recibimiento apretado.

Jennie, Lisa y Jisoo miraron el emotivo reencuentro desde su sitio, las dos primeras abrazadas de costado porque el viento estaba siendo un poco fuerte. Rosé les había anticipado que era invierno, ese diciembre azotó con mucha más fuerza que los anteriores. Lisa había comprado un abrigo inmenso para Jennie, pero esta última sentía más calor en los brazos de la gitana.

Aunque, ahora mirando sus pequeños dientes castañeando, Lisa sabía que Jennie estaba arrepintiéndose de no ponerse ese abrigo antes de bajar del avión.

Solo cuando Rosé se empezó a secar las lágrimas Jisoo se acercó a su esposa para abrazarla a su costado también en una pequeña señal de apoyo. Nadie más que ella sabía lo mucho que la mujer ceniza había extrañado a su familia. Ahora no existía forma de que los mandara lejos otra vez, su cercanía ayudaría a que su enfoque se quitara del bienestar de los ciudadanos en Londres.

Habían gitanos aún, desde luego. Siempre los habría, pero ya cumplieron con advertir.

—Bueno... —Jisoo miró a todos los de ese vuelo, unas 50 personas, una cifra mínima para la cantidad inmensa del éxodo.—Todos deben estar cansados. Deberíamos entrar a la sala principal para que conozcan a las personas que están a cargo de esto.

Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora