Capítulo 44

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Don't Blame Me - Taylor Swift

For you, I would cross the line
I would waste my time
I would lose my mind
They say, "She's gone too far this time"

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La rigidez del momento se reflejó en el silencio de la sala.

Lisa lo supo de inmediato, mirando rostro por rostro inexpresivo. Nadie estaba sorprendido, todo el búnker sabía del vídeo. Aún cuando no había un sitio en donde todos podrían ver con libertad el mismo, los rumores se extendieron como la pólvora.

Sus ojos se quedaron en Jisoo y Rosé, silenciosamente preguntándose cómo era posible que Sana tuviera ese vídeo. La duda no duró demasiado en su mente, su respuesta estaba en el mismo CD que Rosé le había dicho que guardara de forma recelosa en su habitación. Era la única copia de ese metraje y Lisa se recriminó a sí misma por no haberlo guardado en la caja fuerte de inmediato.

Se había confiado en que todos siempre estaban reacios a acercarse a su lado del búnker, tenía cámaras por todos los lados de ese pasillo y nadie se arriesgaría a propósito de ir a su habitación para robar algo, nadie excepto... Sana.

Lisa cerró los ojos tratando de que el resto de su cuerpo no se sacudiera del enojo y sobre todo no cometiera la irresponsabilidad de golpearla hasta desfigurarle el rostro entero.

Las libertades que le había dado a Sana a lo largo de los años se habían apilado en una factura demasiado cara para pagar. Cuando trató de poner un límite con esa niña odiosa ya era demasiado tarde y no le prestó la suficiente atención para que le importara del todo. Sana sabía que no le agradaba su presencia y aún así insistía en correr en círculos a su alrededor como una maldita perra en celo.

Debió detenerla, debió ser franca desde hace mucho... Ahora que lo pensaba, lo fue, pero Sana era persistente y eventualmente Lisa solo hizo caso omiso esperando que alguien más capturara la atención de Minatozaki. Esperaba realmente que sí porque era obvio que la japonesa estaba hambrienta de amor y atención, uno que no le nacería a Lisa ni en esta ni en otra vida.

Lo cierto de todo el asunto es que a pesar de que Lisa le daba la libertad a Sana de tocar la puerta de su oficina y su habitación, no tenía el pase libre para ingresar a las mismas. Estaba prohibido. Lo que había hecho fue un robo directo, a una gitana, era una ley que había roto.

Lisa miró a Sana a los ojos, la pelirroja conservaba esa sonrisa macabra, como si hubiera hecho una travesura. Sabía que sería castigada y habrían represalias, pero parecía que no le importaba. Le encantaba mirar a Lisa sobre el asador, con todos alrededor esperando a que se terminara de calcinar su carne.

A Sana no le importaba salir lastimada, solo quería que Lisa lo fuera y a su vez Jennie.

La gitana dejó una nota mental para después con respecto al tema de Sana.

Devolvió su atención al resto del público, todos parecían esperar una explicación a algo que era bastante obvio. Lisa lo ocultó todo deliberadamente, era seguro que estuvieran pensando que fue por egoísmo, aunque todo tenía un trasfondo que haría desviar la mirada a más de uno. Estaba preparada para darles un puñetazo.

Se encontraba furiosa.

—¿Tienes algo que decir, Lalisa? —insistió Toji cuando habían pasado al menos tres minutos de lanzar esa bomba.

Lisa miró esta vez a Jennie, como si pudiera expresarle tranquilidad a través de esos rayos azules. La joven se notaba tensa y obviamente intimidada, pero los ojos de Lisa parecieron entregar muy bien la comunicación.

Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora