Capítulo 45

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A Liar's Funeral - Slipknot

Turn your back and show us the truth
There's only one way to remember it for you
Burn, burn, burn the liar

(Amanecimos sangrientas, la recomiendo pa que la pongan de fondo pq se la dedico a Sana de esta historia. BTW: Recuerden que esto es ficción, Sana es literalmente mi bias de Twice, so, precaución por ese lao')

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La conmoción se escuchó en todos lados al igual que el incremento de murmullos, todos mirándose entre sí y preguntando entre dientes sí lo que estaban presenciando era real. Un azotamiento público después de más de una década.

Los castigos gitanos eran conocidos por ser crudos, no existían muchas reglas en la comunidad pero las que habían no quedaban impune de ninguna forma. Entre ellos pecados como el abuso sexual, el maltrato doméstico, el robo entre sí mismos y sobre todo el asesinato.

La muerte se pagaba con otra muerte.

Sana desde luego creía que por intentar que se tomara como una acción a favor de los gitanos no tendría represalias.

Sus ojos brillosos, ampliados y repletos de pánico miraron hacia arriba, hacia la persona de la que tan recelosamente se había enamorado. Lisa la miraba sin ningún tipo de empatía, sus centellas azules reflejaban las ganas de querer cumplir con su amenaza muy pronto.

Quedarse allí era insoportable, por lo que sus ojos se barrieron a la persona pequeña del costado. Esa mujer de ojos en forma de gato que le había arrebatado todo en un chasquido de dedos. Las mejillas de Sana se calentaron pero de la rabia profunda, enterrando sus uñas en sus rodillas mientras observaba a una Jennie inexpresiva.

La mártir de todo este circo, con ese ridículo discurso pretendía ganarse a un grupo de personas que ha sido hostigado desde hace décadas. No pertenecía allí y jamás lo haría, por más que se empeñara en creerse una de ellos jamás sería una verdader gitana. Sana pensó que se veía patética tratando de entrar en un traje demasiado grande.

Por último, miró a su padre. No podía descifrar del todo qué sucedía por la cabeza del hombre, pero desde luego parecía una mezcla entre decepción e impotencia. Sus ojos se clavaron en él como si le preguntara cuándo intentaría intervenir nuevamente y sí era en serio que la había abandonado en ese momento.

Cuando el hombre desvió la mirada, Sana confirmó que en efecto estaba sola. Otro torrente de lava se pasó por sus venas, resoplando en una risa sin gracia y mirando a Lisa nuevamente, esta vez con determinación.

—Mientras más rápido mejor.

No estaba arrepentida, su pequeña artimaña para ensuciar la imagen de las dos tortolas tomaría tiempo en lograr resultados. Ese maldito falacia del por qué su amor era indestructible y la razón de las mentiras y toda esa tontería no les serviría de nada. Iba a recibir su castigo con la quijada alzada y el orgullo intacto.

Lisa sabía eso, en los ojos envenenados de la japonesa no existía ningún remordimiento. No debería haberla enojado como lo hizo en ese momento porque la volvió a coger del cabello con fuerza, forzando su cabeza hacia atrás para que la mirara.

—¿No vas a siquiera intentar pedir perdón?

La sonrisa de Sana lo indicó todo e incluso Jennie no podía creer que su cinismo llegara a ese punto.

—Es obvio que no.

Cuando Jennie tuvo la revelación de que Sana sería azotada, chocó un poco con los principios que seguían tatuados en lo profundo de su pecho. Reconocía que lo que había hecho era algo que debía ser castigado, pero esperaba algo menor o que directamente Lisa lo ignorara, realmente no tenía en la cabeza de que podría tratarse de algo tan gráfico.

Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora