Capítulo 21

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Porno - Arcade Fire

You say love is real
Like a disease
Come on tell me please
I'm not over it

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Los celestes estaban sobre ella como un efecto hiponótico, la mejilla de Lisa se reposaba despreocupadamente sobre su abdomen descubierto, mirándola con los ojos divertidos y las comisuras alzadas, sabiendo que Jennie estaba en el mayor debate de su vida.

Un secreto.

Lisa había insinuado guardar algo peligroso, una reserva que quedaría solo para ellas. Estaba incitando directamente a que pecara, Jennie no acostumbraba a guardar información a las personas mucho más allá de sus propios secretos más oscuros. Y esos solo tenían que ver con su familia disfuncional.

Los secretos eran algo que compartías con alguien en quien confiabas. Los secretos eran peligrosos porque siempre podía haber una situación perjudicial que afectaba a alguien más si se develaba.

Con las pupilas dilatadas del deseo de algo clandestino, la gitana estaba pidiendole algo que iba en contra de sus principios, pero ahora que conocía el sabor particular de su boca, Jennie estaba dispuesta a caer en la tentación del diablo por ella.

Algo dentro de ella sabía que los secretos no eran para siempre y que eventualmente terminarían quemándose entre sus propias mentiras, pero Lisa la miraba de una forma en la que la hacía sentir segura al respecto. Y por más que tuviera la certeza de que lo suyo con la gitana no era para siempre, por primera vez quería experimentar lo que era quemarse un poco.

Se había perdido tantas cosas en la vida por seguir protocolos que no le correspondían, por el intento de agradarle a un padre que no tenía simpatía por ella. Jennie había sacrificado tantas cosas en su vida que no podía seguir desperdiciando días en un chip comprimido en el que la habían obligado a crecer.

Salir con privilegiados, llegar virgen al matrimonio, casarse por conveniencia y no por amor para posteriormente egendrar hijos en los que apenas tendrás algo de cariño. Su padre seguía una secuencia que esperaba que ella replicara porque así mismo habían sido sus abuelos y así consecutivamente.

Jennie rompería el molde. Con miedo, con la persona menos idónea para hacerlo y con la certeza de que se estrellaría con fuerza después de que la nube bajara.

La decisión estaba en ella, pero al menos lo estaba por primera vez.

—Serás... Cuidadosa, ¿no es así? —No podía creer que realmente estaba considerando tal locura, pero el tacto de Lisa quemaba deliciosamente. Sentía su respiración suave acariciándole el ombligo.

Lisa expandió su sonrisa, se veía tan traviesa y tan nociva que Jennie sintió todo su rostro calentarse con la vista. Era la debilidad hecha en persona.

—Lo intentaré.

Jennie apreciaba su honestidad, Lisa no era la persona más delicada en la vida, pero increíblemente confiaba en ella.

En una exhalación, la joven tragó saliva, alzando la mirada al techo por unos segundos pidiendo ayuda a quien sabe quien, porque sabía que las deidades le darían la espalda ahora. Quizás debía refugiarse entonces en el inframundo.

Lisa la miraba expectante, su dedo índice se pasaba en círculos contra su ombligo, haciendo a la joven salivear con el tacto. Su yema se desplazó hasta el hueso de su cadera para después subir nuevamente hasta sus costillas, esperando pacientemente la decisión de Jennie. Aún cuando sentía su polla pulsando contra la cama y disimuladamente comenzaba a frotarse contra el colchón para calmarla.

Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora