Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]

Capítulo 36

Afraid - The Neighbourhood

You're too mean
I don't like you
fuck you anyway

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Jennie miró los mismos ojos ampliados que la observaban desde arriba.

Algo le decía fervientemente que necesitaban moverse ahora, que podían aprovechar los primeros cinco segundos para encontrar una excusa creíble, pero ambas se habían quedado petrificadas.

¿Por qué no se le había pasado por la cabeza que quizás entrenar allí no era una buena idea?

¿Lisa siquiera lo había pensado también?

No podía buscar culpables para la situación actual porque no creía que Lisa lo hubiera hecho a propósito, pero ahora estaban en un buen aprieto. Entre todas las personas que podían verlas en una situación comprometedora tuvieron que coincidir con Mino Manoban.

Al ver que la gitana seguía procesando aún con la respiración entrecortada, Jennie tomó una decisión arriesgada. Alzó la rodilla y dejó un golpe seco en la entrepierna de su novia, mirando el momento exacto en el que el aire de sus pulmones se cortó por completo y le regalaba una mirada voraz, como si la hubiera traicionado.

Lisa cayó como un saco al costado, agarrándose sus partes con los dientes apretados y una mirada de dolor.

—¡N-no vuelvas a tocarme de nuevo! —exclamó con el rostro enrojecido.

Se levantó de un salto, mirando a Mino quién había comenzado a caminar con rapidez hacia ella. Un ceño fruncido estaba en su cara.

—¿Estás bien? —preguntó en un tono de genuina preocupación. Dio un salto sobre el ring para estar a la altura de Jennie y después miró a una Lisa que seguía en el suelo con un poco de recelo.— ¿Te estaba haciendo algo?

Jennie entreabrió los labios para responder, pero no salió nada.

La idea le pareció bien en su momento, pero dar a entender que Lisa estaba intentando abusar de ella le resultaba tan repulsivo incluso en pensamientos. Miró a la gitana con las cejas enarcadas de pánico, esperando realmente que pudiera perdonarla por lo que diría a continuación.

—Sí, y-yo... —respiró hondo.—Ella siempre se pone así conmigo, es agresiva y me hace daño. Tengo miedo.

Las palabras abofetearon a dos personas en específico, mayoritariamente a la que seguía en el suelo con una expresión incrédula.

Mino apretó la mandíbula, mirando a Lisa con un odio puro. La gitana se colocó de pie, la erección un poco visible en su short era una confirmación a todo lo dicho.

—Realmente... —Mino chasqueó la lengua con desdén, mirando a su prima.—Siempre tienes que ser una bárbara en todo, ¿no? Jennie es una prisionera, pero no tiene que ser tu juguete sexual.

Jennie miró con terror la forma en la que Lisa comenzó a abrir y cerrar los puños.

—Cierra la maldita boca. —advirtió.—Lo que haga o no con ella no es tu problema.

—Claro que es mi problema, no es algo que nos represente como gitanos. —gruñó el otro. Jennie miró de reojo el acercamiento sigiloso que comenzaban a tener los otros dos presentes.—Sé que eres la líder, pero al menos lidera con los valores que tenemos. No violamos a chicas indefensas.

Lisa dio un paso al frente, las sienes estaban calientes como una estufa y sino fuera porque Jennie se puso en medio ya estaría rompiéndole los dientes al rubio insorportable que tenía al frente.