Capítulo 30

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I Wanna Be Yours - Arctic Monkeys

Secrets I have held in my heart
Are harder to hide than I thought
Maybe I just wanna be yours
I wanna be yours, I wanna be yours

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Las púpilas de la gitana se dilataron cuando esas palabras salieron de Jennie, su mirada se fijó en los labios entreabiertos y abultados y sus pequeños dientecitos sobresaliendo. Se tomó el tiempo de chequear sus mejillas hasta subir a los ojos estirados y preciosos. Lisa podría perfectamente tener un orgasmo con solo ver su cara.

No ayudaba el hecho de que la mirara con devoción y que su calor estuviera alojado sobre su vientre. Habían estado por dos meses seguidos en preliminares, el sufrimiento había sido tanto que Lisa se acostumbró de alguna forma al dolor que se alojaba en sus testículos al final de cada sesión.

No es que no pudiera satisfacerla del todo, adoraba sentir el frotamiento y los tímidos dedos de Jennie acariciando su tronco mojado, pero la anticipación de enterrarse en ella estaba sobrepasandola desde hace mucho.

Pero, por un tema de no sentir que la presionaba, Lisa se mantuvo sobre los límites que ella le permitía y solo cuando Jennie tomara la iniciativa de pasar a ese momento cúlmine ella cumpliría la fantasía con todo el gusto del mundo.

Jennie tenía tendencias a sentir vergüenza por casi todo, pero conforme iban avanzando en los encuentros la joven comenzaba a tener mayor confianza en sí misma. Descubrió que adoraba los besos con lengua y que jugaran entre sí mientras sus vientres se pegaban. Lisa había besado a muchas mujeres antes, pero la joven, a pesar de que era inexperta, se había adoctrinado muy bien y ahora apenas podía sobrevivir de sus besos exigentes.

Estaba constantemente evolucionando, pero no podía dejar de lado que era la gitana quien normalmente iniciaba ese tipo de momentos. Lisa la llevaría a otro tipo de límite sí pretendía romper del todo el cascarón del cual Jennie estaba tan reacia en salir.

Así que le sonrió, feliz de que la joven ratificara su propiedad hacia ella. Aún sin que se lo dijera, la gitana había determinado que la gatita le pertenecía desde que la vio por primera vez en esa jaula. Indefensa, asustada. Era suya aún sin que ambas lo supieran.

—Lo sé. —respondió Lisa con la misma sonrisa. —Es así, gatita. Eres mía.

Jennie la miró desde su sitio, masticándo su labio inferior mientras literalmente estaba montada encima del bulto que tanto conocía. Era la señal, ¿por qué la gitana en vez de estar besándola estaba sentada como si nada, mirándola de una forma rara?

La joven estaba confundida, se supone que ahora tenían que pasar a...

Se sonrojó con furia de solo pensarlo, aún sí antes de todo tuvieron una conversación difícil, lo cierto es que el beso anterior dejó un rastro de llamas por todo su cuerpo y después de dos días de abstinencia en no tener el cuerpo de Lisa estaba comenzando a sentir los primeros signos de necesidad.

Pero quizás Lisa no estaba de humor para ello, quizás era el diablo pervirtiendola una vez más para que insinuara que tuvieran algo en un momento que no debería ser idóneo, quizás no debería...

Lisa llevó su dedo pulgar a los labios de Jennie, presionandolo sobre los belfos y sintiendo su aliento caliente contra su piel. Dibujó una línea horizontal invisible en el mismo antes de meterlo lentamente. Jennie cerró los ojos, dejando que la gitana introduciera la totalidad de su dedo en su boca y por inercia succionó el mismo.

Juro que (JENLISA G!P) [Parte 1 y 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora