Capitulo 29

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—Me dieron algo para imprimir y lo imprimí. ¡Realmente no sabía que era ilegal! Hola, oficial de policía, soy realmente inocente. ¿Puedes dejarme ir esta vez? No lo volveré a hacer, ¿dDe acuerdo?

En la sala de interrogatorios de la Oficina de Seguridad Pública del condado, tres investigadores criminales y dos empleados estaban sentados en medio de dispositivos de grabación de audio y vídeo totalmente equipados. La habitación estaba adornada con una gran placa de policía que colgaba de forma destacada en la pared. A la izquierda: "A los que confesaron se les prometió indulgencia"  mientras que a la derecha: "Aquellos que resistieran serían tratados con dureza." El dueño de la imprenta, de cabeza redonda, visiblemente conmocionado y temblando, estaba sentado acurrucado en una silla de madera, llorando incontrolablemente con lágrimas y mocos corriendo por su rostro.—Como propietarios de una pequeña empresa— sollozó, —no tenemos educación, ni habilidades, e incluso somos legalmente ignorantes. No es fácil ganarse la vida. Mi esposa quiere hacerse una cirugía plástica, mi hijo necesita una educación costosa, mis padres ancianos necesitan cuidadores y el gobierno nos pide que tengamos un segundo hijo. Tenemos que ocuparnos de los exámenes prenatales, las niñeras posparto, las leches de fórmula, la educación temprana, la inscripción al jardín de infantes, el tratamiento médico, la selección de escuelas, las niñeras, los tutores y las escuelas intensivas...

Wu Yu, recostado contra el cristal fuera de la sala de interrogatorios, con una mano en el bolsillo del pantalón y una mano frotándose entre los ojos. —Si sabíamos que sería tan fácil interrogarlo, ¿por qué vinimos aquí?

Bu Chonghua dijo rotundamente: —¿No tomaste la iniciativa de seguirme hasta aquí?

Wu Yu lo miró, algo descontento. Bu Chonghua supo sin siquiera mirar que este tipo estaba pensando: —¿Pero cómo podría saber que el pescado con tofu especial de Ninhe que mencionó Cai Lin no es realmente delicioso?

—Capitán Bu, las declaraciones están casi listas— dijo el oficial de policía del condado mientras abría la puerta y le entregaba a Bu Chonghua una pila de documentos impresos apresuradamente. —Según la confesión del sospechoso, sólo imprimió una copia de estos libros en total, con una tirada de aproximadamente 180 o 190. El cliente afirmó que como la cantidad no era suficiente para que la imprenta instalara el equipo, se acercaron él para el trabajo. Esto sucedió a finales de octubre del año pasado. Posteriormente, cuando el cliente le pidió que imprimiera más copias, desistió al no llegar a un acuerdo debido al gran volumen de impresión y los altos costos. Tampoco recordaba la fecha exacta...

—¿El cliente trajo antes a una chica a su tienda?—Bu Chonghua estaba leyendo los documentos cuando de repente hizo una pausa.

—Sí, lo que el sospechoso quiere decir es que insinuó que dejaría que la chica se acostara con él para pagar la impresión.— El policía mostró una expresión complicada. —Sin embargo... Él dijo que no.

—...Les dije a esos bastardos, ¿Pensaban que era estúpido? Esa chica no tenía curvas ni trasero. Se necesitaría menos dinero para pasar una noche en el burdel de al lado. Sí, sí, sé que las chicas jóvenes son raras, ¡Pero no me gusta ese tipo de cosas! ¡Prefiero a las mujeres mayores de al lado que usan maquillaje, perfume, con los senos meneándose y los muslos temblando! Además, puede que sea un ignorante jurídico, pero no soy tonto. Esa chica era tan delgada como unos brotes de soja. ¿Quién sabe si es menor de edad? Si algo sucediera, pasaría el resto de mi vida en la cárcel...

Bu Chonghua recuperó fotografías de Nian Xiaoping y Gao Ling del álbum de su teléfono y se las entregó a la policía, quien a su vez se las pasó al empleado con instrucciones de traer a los sospechosos para su identificación. Sin embargo, momentos después, el dueño de la imprenta sacudió vigorosamente la cabeza en señal de desacuerdo: —No, estos dos no son los que vi. El que vi era más pequeño que ellos. Realmente no entiendo a esta gente. ¿No es Asuka lo suficientemente atractiva? ¿No es agradable un masaje? ¿Cómo pudieron caer tan bajo como para dañar a una chica? Créame, oficial, no apruebo actos tan despreciables. ¡Es un crimen atroz dañar a chicas inocentes! Créanme, estoy dispuesto a ser un testigo corrupto para denunciar al gobierno a estos cabrones que se aprovechan de las flores de nuestro país...

POYUN 2 : TUNHAIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora