POYUN 2 : TUNHAI

Capitulo 112

¡Un disparo explotó dentro del vehículo de escolta, seguido de un fuerte estallido! Toda la ventana trasera se hizo añicos, justo cuando el motociclista que iba en cabeza pasó volando y se detuvo patinando en medio del ruido agudo. Al mismo tiempo, Bu Chonghua saltó del vehículo, esquivando los fragmentos de vidrio que volaban y aterrizando firmemente en el asiento trasero de la motocicleta. Gritó: —¡Vamos!

Sin una segunda orden, el motociclista aceleró el motor. De repente, dos pitidos agudos sonaron a lo lejos – ¡bip! ¡bip! Bu Chonghua giró la cabeza y abrió mucho los ojos.

Había un G-Wagon plateado muy familiar estacionado al costado de la carretera. A través de la ventanilla del auto, pudo ver a Jiang Ting, con el rostro tan tranquilo como el agua, sentado en el asiento del conductor. Junto a él, en el asiento del pasajero, estaba Wu Yu, cuyo rostro carecía de color.

—¿Puede esperar?— Preguntó Jiang Ting con voz profunda.

Wu Yu vestía una bata de hospital y la fina chaqueta de Jiang Ting le cubría los hombros. Él respondió con voz ronca: —Puedo.

Jiang Ting asintió. Al momento siguiente, tiró del freno de mano, presionó el acelerador y el G65 rugió como una bestia salvaje. Al mismo tiempo, la motocicleta objetivo arrancó y el G65 salió disparado como un rayo.

—Centro de comando a la oficina municipal, centro de comando a la oficina municipal, auto de policía JO5365 involucrado en una colisión en la entrada sur del túnel Changyi, repito, ¡auto de policía JO5365 involucrado en una colisión en la entrada sur del túnel Changyi!

—¡Informe! ¡Disparos en el lugar del choque, el prisionero fue secuestrado por cuatro motos!

—¡La policía de tránsito presente en el lugar no tiene poder de fuego y solicita ayuda urgente! ¡¡Solicitando asistencia urgente!!

La Oficina de Seguridad Pública Municipal de Jinhai estaba sumida en el caos. Los walkie-talkies y los teléfonos sonaban incesantemente y todos en el vestíbulo corrían y gritaban. Uno por uno, automóviles con diferentes matrículas salieron corriendo por la puerta de hierro con sirenas ensordecedoras y convergieron con coches de policía de diferentes distritos, en dirección al distrito norte de Changyi de la ciudad.

Song Ping estaba sentado en silencio detrás del gran escritorio de madera de la oficina del director, como una estatua gris. No hablaba, ni se movía, ni siquiera respiraba. La mitad de su cuerpo no entró en el aire solemne, y las arrugas en las comisuras de sus ojos se extendieron hacia la oscuridad, fundiéndose en las oscuras y difíciles luces y sombras.

Finalmente, una figura se apartó de la ventana, el antiguo secretario en la sala de interrogatorios, hablando en un tono lento y tranquilizador: —Director Song.

Song Ping cerró los ojos. Ninguno de los dos volvió a hablar. Después de mucho tiempo, Song Ping finalmente habló muy, muy suave y lentamente: —A veces realmente desearía no ser tan mayor y poder volver a hace treinta años, o incluso hace veinte años...

El viejo secretario le dio unas palmaditas en el hombro y un largo suspiro desapareció lentamente en el aire tranquilo: —¿Quién no?

Mientras tanto, el Túnel de la Carretera Interprovincial de Changyi.

Con un rugido, una motocicleta salió disparada, atravesó el control de la carretera y desapareció en la distancia. ¡El G65 lo siguió de cerca como un rayo plateado, siguiendo de cerca a la motocicleta mientras corría por el puente elevado!

¡Bip bip! Casi todos los vehículos que circulaban por esta carretera eran camiones de construcción, uno tras otro tocando frenéticamente sus bocinas y cediendo el paso. Algunos de ellos sólo pudieron desviarse hacia el carril de emergencia, deteniéndose uno por uno. Bu Chonghua apretó los dientes y giró la cabeza hacia el asiento trasero de la motocicleta. Vio los 900 caballos de fuerza del G65 desatados bajo el control de Jiang Ting, realmente como un fantasma o un demonio.