Después de derrotar a un grupo de pendejos, y devolviera los huevos a su madre, la familia Dragneel se fue al día siguiente después de unas largas horas de viaje, Max se estacionó en una gasolinera en medio del desierto. Max estaría fuera de una tienda de helados sacando dinero de un cajero automático que estaba fuera del establecimiento.
Esto sería visto por dos sujetos que llegarían a la gasolinería en una camioneta. El abuelo siguió con lo suyo ignorando a los recién llegados, pero mientras terminaba de guardar su dinero en su billetera sentiria como alguien lo agarra del hombro haciendo que se de la vuelta.
- ¡Quitate anciano! ¡Tengo un retiro que hacer! - Grito un sujeto feo y gordo, siendo uno de los tipos que venía en la vieja camioneta, teniendo al abuelo Max sujeto del hombro este lo tiraría a un lado provocando que cayera al suelo.
Mientras eso ocurria dentro de la tienda de helados, tanto Natsu como Gwen se encontraban mirando los sabores de helados, la pelinaranja aún no decidida que sabor escoger.
- Niña muévete a escoger un helado, no tengo todo el día para esperarlos - Dijo de forma amargada.
Gwen: Deme uno de vainilla entonces...
- ¿Y tú qué quieres niño? - Está vez le pregunto a Natsu, que no pudo responder cuando escucho un estruendo fuera de la tienda, al voltear pudo ver por el ventanal de la tienda como el sujeto que agredio a Max empezaba a enganchar un gancho en el cajero a su camioneta.
Natsu: ¿Que tal un sabor de doble justicia? - Dijo con una sonrisa en su rostro mirando su reloj.
Para sorpresa del heladero, cuando el pelirosado presionó su reloj un destello rosa cubrió por completo la tienda, cuando el brillo rosa fue desapareciendo de poco a poco, se pudo ver a una chica alienígena cubierta por una masa blanca y negra con líneas de un color rosado, teniendo un solo ojo en forma de corazón, unos grandes pechos, muslos gruesos y un enorme trasero y una cintura en forma de reloj de arena.
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- Llamaste chiquitín, ¿Necesitas algo? - Cuando hablo en un tono suave y melodioso pero a la vez sonaba parecido a una voz robótica, mirando al Dragneel con un leve sonrojo en lo que parecían ser sus mejillas.
Natsu: Por favor detén a esos dos tontos de afuera que molestan al abuelo - Diría señalando afuera de la tienda, la mecamorfo galvanico miro a dónde señalaba el pelirosado.
- Como tú digas chiquitin, está hermosa chica se encargará de todo - Comento en un tono feliz al poder ser de ayuda para el mago de Fairy Tail, haciéndo una pose alegre antes de salir del establecimiento.
Natsu: "Parece que ella y Crystal son las más calmadas de todas" - Pensó con una leve sonrisa volteando a ver dónde se había ido la mecamorfo galvanica.
Fuera del estacionamiento el hombre gordo brutalmente clavaria el gancho dentro de la pantalla del cajero automático para después voltear a ver a su compañero que estaba dentro de la camioneta.
