Los fuertes estruendos de unas explosiónes se escucharon por toda la cárcel, las ranas humanoides retrocedian asustados, caballeros de runa eran detenidos por decenas de esferas cayendo desmayados en el proceso, algunos guardias estaban asustados por los ataques sorpresa hasta que uno de ellos impacto justo en la cara de uno de los guardias cayendo al suelo inconsciente, mientras el otro veía de manera aterrada a su atacante.
- ¡Detente! ¿¡Crees que saldrás ilesa después de esto!? ¡El Consejo de Magia no te dejará ir tan fácilmente! - Grito el guardia apuntando con su arma a la atacante, la única respuesta que obtuvo fue que una bola de energía rosa blanquecina se estrellara en su cara provocando una explosion dejando un humo morado por el pasillo.
Antes de caer inconciente por el dolor, pudo ver a una chica de 15 años con un hermoso cabello largo y liso de color plateado peinado en una cola de caballo, un tono de piel morena, ojos de color violeta claro y un lápiz labial púrpura, vestía un abrigo magenta con morado en los extremos, debajo llevaba botas largas moradas con correas negras alrededor. Llevaba su bolso de encanto mágico alrededor de su cintura.
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La chica dio una sonrisa antes de meter su mano dentro del bolso que estaba en su cintura, y posteriormente procedió a lanzar esferas de magia a los guardias que explotó alejandolos de ella, con elegancia se coloco frente a una fuerte reforzada.
- Para ser una cárcel del Consejo Magico solo dan pena, aunque siempre lo han dado... Bueno no importa - Dijo encogiendose de restándole importancia, mientras detrás de ella se escuchaban algunos quejidos de dolor de los guardias que termino cayendo desmayados.
Procedió a ver la puerta frunciendo un poco su ceño sabiendo quién era el sujeto que estaba ahí dentro, dando un suspiro mostró una mirada calmada, antes de volver a meter su mano dentro de su bolsa mágica y soltar un polvo rodado a la puerta.
Fallum Quarca Daminigan.
La puerta fue derribada en el momento en que la chica canto su hechizo, ella se adentro a la celda mientras en la oscuridad de la habitación se encontraba un hombre encapuchado y con la piel pálida bastante familiar, tratando de Hex, el mago que Natsu derrotó hace algunos días.
Hex: Charmcaster... Te he estado esperando - Dijo con un tono grave e imponente dandose media vuelta para ver a la peli plateada, teniendo sus manos esposadas con cadenas de antimagia. La ahora llamada Charmcaster dio un paso atrás apretando su puño no supo cuando fue el día en que empezó a temerle a su propio tío.
Charmcaster: Lo lamento tío Hex, las puertas no fueron fáciles de abrir y menos con esos caballeros de runa cuidando la cárcel...
Hex: Solo por esta vez te voy a perdonar, pero si alguna vez me fallas pondré fin a tu miserable vida - Dijo en un tono amenazante a su sobrina.
Charmcaster: Si tío - Dijo parándose derecha con su cuerpo tenso, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo y una gota de sudor bajaba por su mentón.
