Capitulo 75

21 4 0
                                    

Perspectiva de Cameron

Decir que me estoy volviendo loco por tocarla, por poseerla está demás decirlo, pero estoy nervioso por que no se si ella esté lista para eso.

Pero ya no quiero seguir esperando más, en el tiempo que se quedó afuera me dediqué a arreglar la recámara para que se vea linda y cómoda para este momento.

Nuestra habitación tiene la vista hacia el mar, así que está hermosa vista del cielo es simplemente perfecta, el reflejo de la luna y las estrellas sobre la pequeña piscina que está fuera es espectacular.

Parece que todo se alinea para que el momento sea mágico e inolvidable, que era lo que yo quería para ella, pero ahora no se si sea el momento y preguntarle no estaría demás.

— ¿Crin estás segura de esto? — me separo un poco y la veo.

— Por supuesto, te deseo — y me vuelve a besar.

Y eso fue suficiente para que mi poca retención se fuera al carajo y me acercara y profundizara más el beso, estar así en este momento es especial, ella sentada sobre mi regazo y yo sentado en la orilla de la cama sujetándola de las caderas mientras nos besábamos y acariciamos.

Cada caricia que le daba era delicada y sutil, pero no menos calurosa, y ella estaba rendida ante mi, de un momento a otro comenzó a desabrochar mi camisa y me miraba nerviosa cosa que me dio ternura.

Cuando logró quitarme la camisa la arrojó al piso y comenzó acariciando mi pecho, mi espalda, mi cabello, para terminar besándome, yo por mi parte metí las manos por debajo de su blusa y acariciaba su vientre, hasta que decidí quitarle la blusa y arrojarla por algún lado de la habitación.

Ninguno de los dos traía algo encima de la ropa interior inferior, es decir, yo solo estaba con el boxer y ella en bragas, tenerla así frente de mi me vuelve loco y me hace perder la cordura.

Separándome un poco de sus labios comienzo a descender por su lóbulo dejando un pequeño beso, hasta llegar a su cuello y clavículas donde dejo un rastro de besos con mi mano retiró los tirantes del sostén dejándolos a la mitad de su brazo y sigo besando esa parte un poco más.

Después de un rato de estar dejando un rastro de besos desde su cuello hasta sus labios retiró el sostén y lo arrojó, en ese momento la acuesto en la cama y me pongo encima comenzó otra vez con el camino de besos, paró en sus pechos, levantó un poco la mirada y la puedo ver sonriendo y con los ojos cerrados.

Regresó la mirada a sus pechos y con una mano comienzo a sujetarlos y a jugar con su pezon, mientras mis labios atienden al otro, se que esto dejará marcas pero me importa un carajo justo ahora, ya tiene muchas de ellas por el cuello y las clavículas tal vez me mate mañana pero valdrá la pena.

Al terminar de atender sus pechos bajé por todo su abdomen hasta llegar a su monte de venus, subí nuevamente a sus labios y con mi mano comencé acariciando por encima de su braga, y de un tirón las jaló y se rompen. Dejándola completamente desnuda ante mi y yo solo puedo sonreír.

Introduzco dos de mis dedos en su interior mientras beso su cuello y ella solo me acaricia o rasga mi espalda, donde seguramente tendré marcas pero me encanta la idea.

— Po...por...favor la...por favor Lasse — me suplica apunto de venirse.

— Que quieres hermosa — y reduzco la velocidad de mis dedos torturándola con un compás lento pero satisfactorio.

— Por...favor — susurra con voz temblorosa y con los ojos cerrados.

— ¿Por favor que Crin? — le susurró a la oreja y se le eriza el vello.

By following your rulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora