XXI

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Mía estaba visiblemente inquieta, su pequeña figura se movía de un lado a otro, y sus ojos no dejaban de mirar al rededor, tratando de adivinar cuál sería la sorpresa. Me reí para mis adentros, sabiendo lo difícil que era para ella mantener la calma.

De repente, escuché el sonido familiar de un coche acercándose. Me giré y vi el vehículo de Alexia detenerse frente a nosotros. Mi corazón dio un pequeño salto de emoción al ver a Alexia al volante, con Jana a su lado.

-Mía, ven-le dije, tomándola de la mano. Ella miró curiosa mientras me seguía hacia el coche.

Ayudé a Mía a subir al asiento trasero, aún visiblemente nerviosa.

Mía estaba quieta, observando atentamente. Cuando su mirada se posó en Alexia, sus ojos se iluminaron de inmediato.

Cuando Mía se subió al coche, aún llevaba consigo una mezcla de confusión y emoción. A medida que la ayudaba a acomodarse en el asiento trasero, pude ver cómo su pequeño rostro se iluminaba con la curiosidad y el entusiasmo que siempre la caracterizaban. Cerré la puerta suavemente y me dirigí al asiento del pasajero, sintiendo una ligera mezcla de nervios y anticipación.

De repente, Mía se percató de quién era la persona que conducía, sus cejas se levantaron de sorpresa, y pude ver cómo sus ojos se abrían de par en par al reconocer a Alexia al volante. Era como si el tiempo se hubiera detenido por un breve segundo. El grito suave de alegría que escapó de los labios de Mía fue puro y sincero, y sentí que el momento estaba a punto de ser mágico.

-¡Alexia!- exclamó Mía, su voz llena de asombro y emoción. El entusiasmo en sus palabras era contagioso y me hizo sonreír.

Alexia, al percibir la reacción de Mía, no pudo evitar sonreír ampliamente.

-¡Hola, Mía! ¿Cómo estás?-dijo, con una calidez que me hizo sentir aún más emocionada por el encuentro.

Sin pensarlo dos veces, Mía se inclinó hacia el frente desde el asiento trasero. El movimiento fue tan natural y lleno de afecto que me hizo sentir una ola de ternura. Sus pequeños brazos rodearon el cuello de Alexia en un abrazo cálido y sincero. El beso en la mejilla que Mía le dio a Alexia fue tan dulce y espontáneo que hizo que un nudo se formara en mi garganta.

-Te he echado de menos Alexia-dijo Mía, su voz cargada de una mezcla de felicidad y cariño que me conmovió profundamente. En ese momento, vi cómo la expresión en el rostro de Alexia se transformaba, visiblemente emocionada por el gesto de Mía. Alexia se inclinó un poco para abrazar a Mía en respuesta, y vi cómo su rostro se iluminaba con una ternura que me hizo sentir una profunda gratitud.

-Yo también Mía-respondió Alexia, su voz llena de afecto y calidez.-Me alegra mucho verte.

Mientras el coche comenzaba su camino hacia el Palau, la atmósfera en el vehículo se llenó de una sensación de pura felicidad. La interacción entre Mía y Alexia había añadido una nueva capa de calidez y cercanía al viaje, haciendo que todas nos sintiéramos aún más conectados. El gesto de Mía había sido la sorpresa perfecta, y ver su reacción me hizo sentir que el día se estaba volviendo aún más especial de lo que había imaginado.

Este momento de ternura y afecto entre ellas era algo que atesoraría por siempre. La emoción y el cariño que se manifestaban en el coche eran un recordatorio tangible de lo importante que es compartir estos momentos especiales con las personas que amamos. El día prometía ser realmente memorable, y sabía que este era solo el comienzo de una experiencia que disfrutaríamos juntas.

Cuando el coche se detuvo frente al Palau, la emoción de Mía era palpable. Con los ojos llenos de asombro y una sonrisa que apenas podía contenerse, saltó del coche tan pronto como la puerta se abrió. Alexia, que estaba a su lado, extendió la mano para que Mía la tomara, y la pequeña, con una mezcla de entusiasmo y nerviosismo, la aceptó de inmediato.

Ambas caminaban juntas hacia la entrada del pabellón, sus rubios cabellos brillando bajo la luz de la tarde. Mía se veía tan pequeña y radiante al lado de Alexia, y el hecho de que estuviera compartiendo este momento con alguien que apreciaba tanto la hacía aún más especial. Mientras avanzaban, podía escuchar la risa y la conversación animada entre ellas, y me sentí un cálido nudo en el estómago al ver lo feliz que estaba Mía.

Me tomé un momento para hablar con Jana mientras Mía y Alexia se adelantaban. Conversamos sobre lo que nos esperaba en el partido y de temas aleatorios. A pesar de la conversación, mi atención seguía volviendo hacia Mía, que estaba dando saltitos de emoción mientras caminaba con Alexia.

Finalmente, llegamos a la entrada del pabellón y nos encontramos con una fila de gente que se movía con rapidez. La emoción en el aire era casi palpable, y Mía, al entrar en el gran vestíbulo del Palau, se quedó boquiabierta. Sus ojos se abrieron de par en par al ver el tamaño impresionante del lugar y la multitud de personas que ya habían llegado. La magnitud del estadio y el bullicio del público la deslumbraron, y pude ver cómo sus labios se curvaban en una sonrisa de pura admiración.

Para mí, ver a Mía en ese estado de asombro fue más significativo que cualquier otra cosa. El simple hecho de que estuviera tan impresionada y emocionada me hizo sentir que el esfuerzo valió la pena. En ese momento, todos mis sentimientos de gratitud y alegría se concentraron en su reacción. Era como si todo lo que había planeado y trabajado para hacer este día especial se hubiera convertido en realidad a través de su felicidad.

Me acerqué a ellas, uniéndome a Mía y Alexia mientras nos dirigíamos hacia nuestros asientos. Mía seguía mirando alrededor con los ojos muy abiertos, absorbiendo cada detalle del entorno. Su entusiasmo era contagioso y me llenó de una profunda satisfacción.

El sonido de los gritos y el murmullo de la multitud en el estadio, junto con la mirada de asombro en el rostro de Mía, hicieron que el día se sintiera verdaderamente mágico. Sabía que este momento se convertiría en uno de esos recuerdos que atesoraría para siempre. Ver a Mía tan feliz y emocionada fue todo lo que necesitaba para saber que este día sería inolvidable.
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¿Alexia y Mía pueden ser más adorables?😭😭

𝐔𝐍𝐓𝐈𝐋 𝐈 𝐅𝐎𝐔𝐍𝐃 𝐘𝐎𝐔-𝐀𝐥𝐞𝐱𝐢𝐚 𝐏𝐮𝐭𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora