Al día siguiente, la escuela volvió a tener su habitual bullicio. Lynn llegó con la determinación de encontrar a Amelia y, aunque la ansiedad la acechaba, sabía que era momento de enfrentarse a la situación. Mientras se acercaba a la entrada, notó a Kelly y Margo charlando animadamente. Se acercó a ellas, tratando de no parecer tan nerviosa.
—"¡Hey, chicas!" —saludó Lynn, intentando que su voz sonara natural.
—"¡Lynn! ¿Cómo estás?" —respondió Margo, sonriendo.
—"Mejor. Solo… quiero saber si han visto a Amelia," —dijo, mirando a su alrededor.
Kelly frunció el ceño, sabiendo que algo no estaba bien. —"No la he visto hoy. Pero no te preocupes, estoy segura de que está bien. ¿Has hablado con ella desde el mensaje?"
—"No, la he estado buscando, pero no me deja hablar. Me siento mal por lo que pasó," —confesó Lynn, sintiendo la presión aumentar en su pecho.
—"Tienes que intentar hablar con ella. Es lo único que puedes hacer," —recomendó Kelly, con seriedad.
Lynn asintió, decidida. —"Lo haré. Necesito aclarar las cosas."
Las tres se dirigieron a la clase, y a medida que pasaron por los pasillos, Lynn mantuvo la mirada fija en el suelo, evitando cualquier distracción. Estaba decidida a encontrar a Amelia y hacerle saber la verdad.
Cuando la primera clase terminó, Lynn miró a su alrededor en busca de Amelia, pero la vio hablando con una de las porristas. Su corazón se hundió al ver que reía con la chica que le había mandado el mensaje. La envidia y la preocupación la consumieron.
Se sentó en su pupitre, sintiendo que el tiempo se arrastraba. Las palabras de Kelly resonaban en su mente: "Tienes que intentar hablar con ella." ¿Por qué era tan difícil? La campana sonó y, cuando todos comenzaron a salir, Lynn tomó aire y se levantó. Se dirigió rápidamente hacia Amelia, que aún estaba en la puerta de la clase.
—"¡Amelia!" —gritó, pero la chica no se volvió. Lynn apretó los dientes, sabiendo que no podía rendirse.
—"Amelia, por favor, espera," —dijo, acelerando el paso para alcanzarla.
Finalmente, Amelia se detuvo, girándose para enfrentarla. La mirada en su rostro era fría y distante.
—"¿Qué quieres, Lynn?" —preguntó, su voz casi un susurro.
Lynn sintió que su corazón se rompía un poco más al ver la desconfianza en los ojos de Amelia. —"Quiero hablar contigo. Necesito que escuches lo que tengo que decir."
—"No tengo nada que escuchar," —replicó Amelia, cruzándose de brazos.
La frustración y la tristeza comenzaron a inundar a Lynn. —"¡Por favor! No fue lo que pareció. Esa chica solo… no tenía la intención de que sucediera así. Estábamos bromeando y…"
—"¿Bromeando?" —interrumpió Amelia, su voz cargada de emoción. —"¿Te parece que eso es una broma? ¿Te parece que besar a alguien a quien le gustas es una broma?"
Lynn sintió que se le caía el mundo encima. —"No, no es una broma. Pero lo que viste no era lo que pensabas. Necesito que me dejes explicarte."
Amelia la miró, sus ojos llenos de lágrimas que no se atrevían a caer. —"¿Y qué quieres que te crea, Lynn? La foto decía lo contrario."
—"Te juro que no hay nada entre nosotros," —Lynn suplicó, sintiendo la desesperación crecer en su pecho. —"Solo quiero que me des una oportunidad para demostrarte que no hay nada entre Chloe y yo."
Amelia la miró fijamente, y por un momento, Lynn creyó que vería un destello de comprensión en sus ojos. Pero en su lugar, la distancia solo creció más.
—"No sé si puedo confiar en ti, Lynn," —murmuró Amelia, dándose la vuelta para alejarse.
Lynn se sintió derrotada, pero no iba a rendirse. Tenía que hacer algo, y rápido. Así que se volvió hacia Lincoln, que había estado observando la escena desde lejos.
—"¿Sabes dónde puedo encontrar a Chloe?" —preguntó Lynn, sus ojos llenos de determinación. —"Necesito hablar con ella de inmediato."
Lincoln asintió, recordando que la había visto en el área de deportes. —"Creo que está en la cancha de baloncesto. ¿Por qué quieres hablar con ella?"
—"Porque necesito que entienda que esto no es un juego," —respondió Lynn con firmeza. —"Y que no puedo dejar que se interponga entre Amelia y yo."
El camino hacia la cancha fue tenso. Cada paso que daba se sentía más pesado que el anterior. Lynn sabía que debía enfrentar a Chloe, pero también le asustaba lo que pudiera pasar. Sin embargo, estaba decidida a defender lo que tenía con Amelia.
Al llegar a la cancha, vio a Chloe riéndose con algunos de sus amigos. Se acercó con confianza, aunque el corazón le latía con fuerza.
—"Chloe," —llamó, haciendo que la chica se girara.
—"¿Qué quieres, Lynn?" —preguntó Chloe con desdén.
—"Necesito hablar contigo," —dijo Lynn, sintiendo que su voz se mantenía firme a pesar de la incomodidad.
—"¿Sobre qué? ¿Sobre cómo me arruinaste el día al querer hablar con tu novia?" —dijo Chloe, burlándose.
—"No estoy aquí para pelear," —dijo Lynn, tomando aire. —"Solo quiero que entiendas el daño que has causado. Amelia está herida y no se lo merece."
Chloe frunció el ceño. —"¿Y a mí qué me importa? Ella no es mi problema. No le di un beso para hacerla sentir mal."
Lynn sintió que la frustración comenzaba a consumirla nuevamente. —"Esto no es un juego. Amelia es importante para mí. Solo quiero que te disculpes con ella."
—"No tengo por qué hacerlo," —respondió Chloe, mostrando una actitud desafiante. —"No puedes obligarme a nada."
En ese momento, Lynn sintió una oleada de determinación. —"Si no te disculpas, voy a contarle a todos lo que hiciste, sobre cómo te has estado comportando y cómo has estado tratando de crear drama entre nosotras. Eso te va a dejar en un lugar muy incómodo."
Chloe sonrió, sintiendo que había ganado la batalla. —"Inténtalo. No creo que a nadie le importe."
Lynn se sintió frustrada, pero no iba a dejar que eso la detuviera. Sabía que tenía que ser astuta. En un último intento de demostrar que estaba en lo correcto, decidió sacar su teléfono y mostrarle a Chloe la foto que había recibido.
—"Mira esto," —dijo, sosteniendo el teléfono frente a Chloe. —"Esto le hiciste a Amelia. Te estoy pidiendo que le digas la verdad."
Chloe miró la foto, la sonrisa se desvaneció de su rostro. —"¿Y qué quieres que haga? No soy su amiga."
—"No, pero eres responsable de cómo te comportaste. Y tienes que asumirlo," —Lynn respondió, manteniendo la mirada fija en ella.
Después de un largo silencio, Chloe finalmente habló. —"Está bien. Tal vez debería hablar con ella. Pero no prometo que cambiará algo."
Lynn sintió un destello de esperanza, pero sabía que no podía confiar del todo en Chloe. Se dio la vuelta y se alejó, decidida a hacer que la verdad saliera a la luz.
Mientras caminaba hacia el aula, su mente seguía ocupada con Amelia. Si Chloe se disculpaba y Amelia le daba otra oportunidad, tal vez todo volvería a la normalidad. Solo esperaba que no fuera demasiado tarde.
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Princesa, estoy contigo
Teen FictionQue pasa si la número 1 de su secundaria se enamora? no pasaría nada, si tan solo no fuera *Amelia Anderson*