Capítulo: "El Secreto Descubierto"
El día siguiente transcurrió de manera bastante normal, o al menos tan normal como podía ser cuando se trataba de Lynn Loud Jr. Su ánimo seguía siendo inusualmente radiante, y aunque intentó actuar de forma casual, sus amigos no dejaron de observarla con curiosidad.
En el almuerzo, mientras Lynn mordía despreocupadamente su sándwich, Margo la miró fijamente con los brazos cruzados.
—De acuerdo, Loud, ¿qué te traes? Ya estamos en el tercer día y sigues actuando como si supieras algo que el resto de nosotros no.
—¿Qué dices, Margo? —respondió Lynn, con una sonrisa inocente—. Simplemente estoy disfrutando de la vida.
—Oh, por favor —interrumpió Kelly, inclinándose hacia ella—. Esa sonrisa es la de alguien que definitivamente esconde algo.
Amelia, que estaba sentada junto a Lynn, jugaba con su cabello mientras observaba a sus amigos interrogarla. Aunque a ella también le intrigaba, decidió quedarse callada, disfrutando del espectáculo.
—Vamos a dejar algo claro —dijo Ivy, apuntándola con un dedo—. Si esto es algo que descubrimos por accidente y no porque tú nos lo cuentes, te vamos a molestar el resto del semestre.
—Sí, Loud, al menos danos una pista —añadió Jace, con una sonrisa burlona.
Lynn soltó una carcajada sarcástica.
—¿Una pista? Claro, aquí va: no tienen ni idea.
Sus amigos bufaron al unísono, y Amelia no pudo evitar reírse. Lynn se inclinó hacia ella, susurrándole al oído:
—¿Ves lo que tengo que aguantar, princesa?
Amelia rodó los ojos con una sonrisa, dándole un ligero empujón en el hombro.
---
El día pasó sin mayores incidentes, pero al terminar las clases, Lynn decidió que era hora de entrenar un poco en el gimnasio de la escuela. Había estado evitando cualquier actividad física intensa por recomendación de su médico, pero su cuerpo necesitaba moverse. Amelia y los demás insistieron en acompañarla, y aunque Lynn prefirió estar sola, no logró convencerlos.
—No te estamos siguiendo, Loud —bromeó Kelly mientras caminaban detrás de ella—. Solo estamos asegurándonos de que no hagas locuras.
—¿Locuras? Yo nunca hago locuras —respondió Lynn con fingida indignación.
—Claro que no, Lynnie —dijo Amelia con sarcasmo, ganándose una sonrisa burlona de su novia.
---
En el gimnasio, Lynn comenzó con ejercicios básicos para calentar. Todos se dispersaron un poco, pero no dejaban de echarle un ojo. Después de un rato, Lynn decidió que estaba demasiado acalorada para seguir con su camiseta puesta.
—Esto está peor que un sauna —murmuró mientras se quitaba la camiseta, dejándola caer al suelo.
El sonido de unas pesas cayendo al piso resonó en el gimnasio. Lynn levantó la vista y se encontró con todos sus amigos mirándola con los ojos como platos.
—¡Espera, espera, espera! —gritó Jace, señalándola—. ¿Qué es eso?
—¿Qué es qué? —preguntó Lynn, confundida.
—¡Eso! —dijo Kelly, apuntando directamente a su costado—. ¿Es un tatuaje?
Lynn miró hacia abajo, donde la silueta de Amelia como porrista estaba perfectamente visible, acompañada de una pequeña estrella fugaz.
—¡Oh, por el amor de…! —Lynn se cubrió el costado con las manos—. ¡Dejen de mirar, entrometidos!
—¡¿Tienes un tatuaje de Amelia?! —exclamó Margo, completamente atónita.
—No es solo uno… —dijo Ivy, señalando la parte baja de su espalda, donde el nombre "Lily" estaba grabado con letras delicadas.
—¡Oh, venga! ¡Ni siquiera están en la misma línea de visión! —gruñó Lynn mientras intentaba recoger su camiseta.
Amelia, por otro lado, se quedó completamente muda, sus ojos fijos en el tatuaje de su silueta.
—¿Eso… soy yo? —preguntó en voz baja, acercándose lentamente.
—¡No lo sé! ¿Acaso parece otra persona? —respondió Lynn con sarcasmo, mientras se ponía de nuevo la camiseta a toda prisa.
—¡Esto es increíble! —dijo Jace, riendo a carcajadas—. ¡Lynn Loud Jr., la chica más dura del equipo, tiene un tatuaje romántico!
—¡Cierren la boca! —gruñó Lynn, completamente roja de la vergüenza—. ¡Nadie tenía que saberlo!
—Bueno, demasiado tarde —dijo Kelly, riendo.
Amelia, sin embargo, no podía dejar de sonreír. Se acercó a Lynn, ignorando las risas de los demás, y tomó su rostro entre las manos.
—Es hermoso, Lynnie —dijo, mirándola a los ojos.
Lynn dejó escapar un suspiro de resignación y le devolvió la mirada.
—Lo hice por ti, princesa… pero estos entrometidos lo arruinaron todo.
Amelia se inclinó y le dio un beso suave, lo que provocó más risas y silbidos por parte de sus amigos.
—¡Cállense! —gritó Lynn, señalándolos con un dedo amenazante—. ¡El próximo que diga algo se las verá conmigo!
Pero, por más que intentó que dejaran de hablar del tema, sus amigos no dejaron de molestarse durante todo el entrenamiento. Y aunque Lynn se quejaba con sarcasmo y fingía estar molesta, no podía ocultar del todo la sonrisa en su rostro.

ESTÁS LEYENDO
Princesa, estoy contigo
Novela JuvenilQue pasa si la número 1 de su secundaria se enamora? no pasaría nada, si tan solo no fuera *Amelia Anderson*