Capitulo 79

410 26 0
                                    

Amor y Despedidas
Mackenzie

Sentada en el amplio salón de nuestra nueva casa, rodeada por la cálida luz del atardecer, me tomo un momento para reflexionar sobre todo lo que ha pasado. Los días han sido agitados, llenos de idas y venidas, de decisiones rápidas y momentos que me hacen detenerme y recordar cuán afortunada soy. Nuestra vida ha cambiado tanto desde que Ava nació, desde que me convertí en la esposa de Frederick y la madre de nuestros cuatro hijos.

El reloj en la pared marca el tiempo, pero parece que se mueve más lento hoy. Mis pensamientos se dispersan, viajando desde los primeros días en que conocí a Frederick, hasta el momento en que me di cuenta de que él era todo lo que siempre había querido. Ahora, estamos aquí, en una casa que yo misma ayudé a diseñar y decorar, rodeados de amor, caos y risas.

La tarde se siente tranquila, a pesar del bullicio que siempre nos acompaña. William y James están afuera, en el jardín, jugando algún juego de pelota que han inventado, mientras que Emily está a mi lado, su pequeña mano aferrada a la mía, como si temiera que me fuera a escapar en cualquier momento. April, por su parte, duerme profundamente en su cuna, la habitación está en silencio, pero lleno de vida.

Miro a Emily, y aunque está tranquila ahora, sé que ha estado luchando con sus emociones. Los celos hacia April son evidentes, y aunque intento darle toda la atención que puedo, siento que a veces no es suficiente. Ser madre es un trabajo difícil, más de lo que jamás imaginé, pero también es el más gratificante.

—¿Estás bien, cariño?—le pregunto suavemente, acariciando su cabello.

Emily asiente, pero su silencio me dice más de lo que sus palabras podrían expresar. No insisto, aprendí que darle espacio para procesar sus sentimientos es lo mejor. En vez de eso, la abrazo y la mantengo cerca, permitiéndole sentir la seguridad y el amor que quiero que siempre asocie con nuestra familia.

Me levanto con cuidado, llevándola conmigo hacia la cocina. Es casi la hora de preparar la cena y sé que pronto Frederick estará en casa. Aunque nunca lo diría en voz alta, sé que extraña nuestras noches de tranquilidad, cuando solo éramos él y yo, antes de que el bullicio de los niños llenara cada rincón de nuestra vida. Pero también sé que él no cambiaría nada de lo que tenemos ahora, igual que yo.

Mientras saco los ingredientes para la cena, mi mente sigue viajando. Pienso en lo que está por venir, en cómo será ver a nuestros hijos crecer, en las decisiones que tendremos que tomar juntos. La vida ha sido un torbellino desde que nos casamos, pero ha sido un torbellino lleno de amor, y eso es lo que importa.

Frederick ha estado más involucrado con los niños últimamente, lo cual me ha aliviado mucho. Sabe que el estrés ha estado acumulándose en mí, entre el trabajo, la casa, y el cuidado de April. Él no es el hombre más cariñoso del mundo, nunca lo ha sido, pero hace lo que puede para mostrarnos su amor a su manera, y eso es más que suficiente para mí.

Hoy, mientras preparaba la cena, pensé en cómo todo ha llegado a este punto. Hemos pasado por tanto juntos, y aunque la vida no siempre ha sido fácil, sé que hemos sido bendecidos. Ahora, con esta nueva casa, este nuevo comienzo, no puedo evitar sentir una mezcla de emoción y nostalgia. Es como si estuviéramos cerrando un capítulo de nuestra vida, preparándonos para lo que viene después.

Termino de preparar la cena y escucho la puerta principal abrirse. Frederick está en casa, su presencia llena el espacio de una manera que siempre me hace sentir más segura, más completa. Lo veo entrar a la cocina, su mirada se suaviza al vernos a Emily y a mí.

—¿Cómo estuvo tu día?—le pregunto mientras le ofrezco una sonrisa.

—Largo, pero ahora todo está bien,—responde, acercándose a besarme en la frente. Este pequeño gesto, tan simple, pero tan significativo, me hace sentir apreciada, amada.

Nos sentamos a la mesa, y mientras comemos, hablamos de cosas triviales. Los niños nos cuentan sobre sus juegos, sus aventuras en el jardín, mientras Frederick y yo compartimos miradas y sonrisas, sintiendo la conexión que siempre ha estado ahí, aunque a veces en silencio.

Después de la cena, Frederick se encarga de llevar a los niños a la cama. Mientras los acuesta, yo me quedo en la sala, ordenando los últimos detalles antes de finalmente tener un momento para nosotros dos. Cuando regresa, se sienta a mi lado en el sofá, y juntos, miramos las luces de la ciudad a través de las grandes ventanas.

—Mañana será un día importante,—dice en voz baja, refiriéndose a nuestra cita con el abogado para los últimos detalles del nuevo contrato de la empresa.

Asiento, sabiendo que aunque siempre estamos ocupados, estos momentos tranquilos son los que realmente importan. —Lo sé, pero saldremos adelante, como siempre lo hacemos.

Frederick me mira, y en sus ojos veo el mismo compromiso que siempre ha tenido hacia mí, hacia nuestra familia. No es el hombre más expresivo, pero cada día demuestra su amor de maneras pequeñas pero significativas. Y eso es todo lo que necesito.

—Gracias por todo, Mackenzie,—dice de repente, su voz un poco más suave de lo habitual.

Lo miro, sorprendida por sus palabras. —¿Por qué me agradeces? Somos un equipo.

—Lo sé,— dice, su mano encontrando la mía. —Pero aún así, quiero que sepas que aprecio todo lo que haces. Eres increíble.

Mis ojos se llenan de lágrimas, pero no las dejo caer. No quiero arruinar este momento. En cambio, simplemente le aprieto la mano, dejando que el silencio hable por nosotros.

Finalmente, cuando la noche está en su punto más oscuro y los niños están profundamente dormidos, nos levantamos y nos dirigimos a nuestra habitación. El día ha sido largo, pero mi corazón está lleno de amor y gratitud.

Mientras nos preparamos para dormir, pienso en cómo nuestra vida ha cambiado tanto, y en cómo seguirá cambiando. Pero no importa lo que venga, sé que estaremos juntos, enfrentando cada desafío, celebrando cada victoria, y amándonos cada día más.

Y con ese pensamiento, me duermo en los brazos de Frederick, sabiendo que no hay lugar en el mundo en el que prefiera estar.

—————————————————————————-
Penúltimo capítulo, esto duele demasiado....
Ig: mafia.princesa_
TikTok: mafia_princesa

Building dreams Donde viven las historias. Descúbrelo ahora