El camino hacia la aldea fue silencioso, acompañado solo por el crujir de las hojas bajo mis pies y el sonido rítmico de mi respiración. Aunque mi mente aún estaba revuelta por la discusión con Giyu, me concentré en mi misión. No podía permitirme fallar, no cuando sentía la vida dentro de mí como un recordatorio constante de mi responsabilidad.
Cuando llegué al lugar, la aldea estaba sumida en un silencio sepulcral. Las casas estaban desiertas, y un aire pesado impregnaba el ambiente. No tardé en sentirlo: la presencia del demonio era inconfundible, una mezcla de hostilidad y ansias de sangre que erizaba mi piel.
—Finalmente, un cazador ha venido. —la voz del demonio resonó, un sonido grave y burlón que parecía venir de todas partes.
Desde las sombras emergió una figura alta y delgada, con ojos carmesí que brillaban con una malicia inquietante. Sus garras destellaban bajo la luz de la luna, y una sonrisa siniestra se extendía por su rostro.
—No eres más que un aperitivo.—
—Veremos quién es el aperitivo.— respondí, desenvainando mi katana con firmeza.
El enfrentamiento fue rápido y decisivo. Aunque el demonio era ágil, sus movimientos eran predecibles. Mi entrenamiento y experiencia me permitieron anticiparme a sus ataques, y en cuestión de minutos, la batalla estaba decidida.
—¿Esto es todo lo que tienes? —pregunté mientras realizaba la última estocada, mi hoja atravesando su cuello.
El demonio se desintegró en cenizas, dejando tras de sí solo el eco de un último grito. Me quedé allí por un momento, con la respiración acelerada, esperando sentir la usual satisfacción de la victoria. Pero algo no estaba bien.
Había una sensación persistente, como si unos ojos invisibles estuvieran clavados en mi espalda. Miré a mi alrededor, pero no vi nada fuera de lo común. Aun así, no podía ignorar la sensación de que alguien me seguía.
—Solo son paranoias...—murmuré, pero mi cuerpo estaba tenso, y mis instintos me decían lo contrario.
Decidí regresar a mi mansión lo antes posible. Aunque había cumplido la misión, no podía relajarme. El camino de regreso estuvo envuelto en un silencio incómodo, y a pesar de que no vi ni escuché a nadie, el presentimiento no me abandonó.
Cuando finalmente llegué, la seguridad de mi hogar me ofreció un leve respiro. Me apoyé contra la puerta cerrada, permitiendo que mi cuerpo cansado se relajara ligeramente.
Aun así, mi mente seguía ocupada, tanto por lo que había sentido en la aldea como por la discusión con Giyu. La imagen de su rostro preocupado y su voz alzada resonaban en mi mente, pero la herida de nuestras palabras aún estaba fresca.
—No puedo verlo ahora...—susurré, más para mí misma que para justificar mi decisión.
Decidí quedarme en mi propia mansión esa noche, a pesar de que sabía que Giyu estaría esperando mi regreso. Estaba demasiado molesta y confundida como para enfrentarme a él. Tenía que procesar mis emociones y lo que había sucedido en la misión antes de dar el siguiente paso.
Mientras me sentaba en el tatami, mirando fijamente la katana a mi lado, sentí que algo estaba cambiando dentro de mí. No solo por el bebé que crecía en mi vientre, sino por la tensión que parecía envolver todo a mi alrededor. Y aunque estaba exhausta, sabía que las verdaderas batallas aún estaban por venir.
La noche en mi mansión fue inquietante. Aunque estaba físicamente agotada, mi mente no dejaba de correr en círculos. Había algo en la misión que no podía quitarme de la cabeza: esa sensación de ser observada. Incluso ahora, sentada en mi habitación, la inquietud no desaparecía.
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𝑳𝒂 𝒍𝒖𝒛 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒐𝒎𝒑𝒆 𝒍𝒂 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅 [𝑳𝑰𝑩𝑹𝑶 #1 - 𝑮𝑰𝒀𝑼]
РазноеUn joven frío y reservado, marcado por la pérdida de su familia y el sacrificio de su mejor amigo, vive aislado del mundo, incapaz de expresar sus emociones. Su vida cambia cuando conoce a una chica llena de carisma y belleza, quien lo recuerda de u...
![𝑳𝒂 𝒍𝒖𝒛 𝒒𝒖𝒆 𝒓𝒐𝒎𝒑𝒆 𝒍𝒂 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅 [𝑳𝑰𝑩𝑹𝑶 #1 - 𝑮𝑰𝒀𝑼]](https://img.wattpad.com/cover/380634200-64-k751033.jpg)