Capítulo 102 "Cómo es?"

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Después de conocer a Leonora aquel primer día de escuela, tuve un repentino dejavu, recordar cómo había sido el día en que le dije a Zara que había conocido a Noemí, me puso la piel de gallina, alerta de las palabras que diría y esperando que no fueran a ofender o herir a Nallely, pensé y repensé durante el resto de las horas de clase en la universidad hasta que se dio la hora de la salida.

Me despedí entonces de Leonora para irme a casa y me subí al camión que me llevaría a la parada, aquella misma parada en que toda mi loca fantasía de amor dio inicio al lado de Zara, cuando por vez primera me atreví a hablarle... recordarla aún me llenaba de nostalgia, de angustia y de dolor, un profundo dolor encendido por la belleza de mi primer amor, la primera mujer que había llenado mi corazón de alegría de la misma manera en que lo había roto meses después.

Me recriminaba a mí mismo por seguir pensando en ella en poco más de 10 meses de haberla dejado en el pasado, pero no era fácil olvidarla cuando a diario pasaba por los mismos lugares en que había convivido con ella, lugares que incluso me parecía que aún conservaban su deliciosa fragancia olor cereza.

Era muy complicado evitar pensar en aquellos bellos momentos sin recordar los malos que pasé a su lado y, mientras más lo pensaba más me preguntaba si ella, como yo, estaba recordando los momentos que vivimos de la manera en que lo hacía yo.

Una vez estando en casa, me senté en mi escritorio y me puse a realizar el dibujo aquel de mi nueva compañera de clase, Leonora, mientras pensaba cómo decirle a Nallely sobre ella. Creo haberle dado vueltas a mis palabras y oraciones formuladas unas 10 o 20 veces antes de decidirme a marcarle a ella para preguntarle sobre su primer día de universidad.

-Hola Nalle... ¿cómo estás?

-¡Oliver! Muy bien gracias... ¿y tú?

-Bien...bien... ¿Qué tal tu primer día?

-Súper! Las materias parecen ser muy interesantes.

-Genial! Y los compañeros?

-Jajajajajaja pues...muy feos...

-mm no me refería a eso... sino a... ¿cómo son?

-ahhhh!!! Pues son muy buena onda, ¿y tus compañeros? ¿Cómo son?

- pues... hay una chica...se llama Leonora... somos compañeros en casi todas las clases... fuera de ella a los demás no los traté...

-oh... ¿y es guapa?

-jeje...pues si...tiene lo suyo...

-Leonora dices...

-Si...Leonora...

-ok...

Impresionado con la manera tan positiva y agradable en que había surgido esa conversación, me reprendí a mí mismo por haber dudado tanto en decirle a Nallely acerca de Leonora, me sentí mal por pensar que, con ella sucedería lo mismo que sucedió con Zara alguna vez, e incluso me quedé un poco callado después de esa conversación por teléfono. Sabiendo que, definitivamente mi vida al lado de Nallely había madurado gracias a la decepción tan aparatosa que viví al lado de Zara, me sentía seguro de que, aun si Nallely no quería tener novio, y por eso insistía en rechazarme una y otra vez, tarde o temprano ella aceptaría.

Estaba seguro, más no lo presumía y no me mostraba arrogante por ello, simplemente, tener esta idea en mi mente me mantenía al pie del cañón, consciente de que, si quería realmente conseguir el amor de una mujer tan maravillosa como Nallely debía luchar día a día para conseguirlo, de lo contrario, lo más probable era que ella terminara por cansarse y buscar en otro lo que no veía en mí....

El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora