El arte de amarte

Capítulo 148 "Nos graduamos (parte 1)"

Aquel, fue el final de semestre más emocionante de toda mi vida, no podía creer que estaba a unos días de graduarme de la universidad, mi alegría estaba a flor de piel.

En ese entonces, ya estaba trabajando en la misma empresa en que realicé mi servicio social y en la cual me contrataron tras ver mis habilidades, por lo que sabía que no sería complicado continuar mi carrera en este medio.

Lea, por su parte, había conseguido trabajo en otra empresa en donde de igual forma, necesitaban un diseñador gráfico y, en donde ella se destacó a pesar de no haber sido el sitio en donde dio su servicio.

Ambos nos encontrábamos contentos y emocionados por el término de nuestras carreras en donde no sólo habíamos aprendido sobre nuestro trabajo sino que además, nos habíamos conocido el uno al otro desde el primer día y nuestra relación de 4 años como amigos y 1 año de novios seguía dando frutos día con día.

El resto de nuestros amigos que de igual forma estaban graduándose, yacían igual de emocionados que nosotros, las fiestas que se nos venían encima nos tenían ocupados en el vestuario que todos usaríamos, fueramos graduados o no.

Lo fascinante de esas fiestas fue que ninguna se nos cruzó con otra, por ser diferentes carreras, por lo que fácil podría decir que asistimos por lo menos a 5 fiestas seguidas unas de otras; como hecho a propósito, la fiesta en que Lea y yo nos graduábamos fue la última y fue en la cual recibimos la visita de los dos miembros del grupo que estaban estudiando en el extranjero.

Aquel día, asistimos al evento académico en el cual a Lea y a mi nos entregaron nuestro diploma como parte de la tradición de haber culminado la carrera, mis amigos, amigas y familia se encontraban allí para apoyarme y felicitarme por mis logros y, además, tener a mi novia a mi lado terminando la carrera al mismo tiempo que yo, me tenía al borde del llanto, estaba feliz.

Al llegar a la fiesta y ver que mi novia llegó acompañada de mis amigas y usando un asombroso vestido color azul marino que le favorecía en todos los aspectos acompañado de su sonrisa de oreja a oreja, me fascinó, entró con paso firme y decidido hasta la pista en donde la recibí con los brazos abiertos y los ojos fijos en ella.

-Güerita, te ves hermosa...
-Gracias Oliver, el vestido y los zapatos me ayudaron a elegirlos Danny y Jime, el maquillaje Vero y Vania y el peinado obra de Nallely y Noemí, que tal?
-Genial, y tu que pusiste?
-Ahmm...yo...pues... No se... Mi presencia?
-No güerita, la belleza en todo su esplendor...
-Awww...Oli...tu también luces muy bien, como todo un rompecorazones con esos ojos tan brillantes.
-Jajajaja enserio? Ojos brillantes?
-Pues si...y un traje tan elegante y unos zapatos muy bien boleados
-Jajajajajajaja gracias?
-No hay de que...

Estuvimos bailando al principio de la noche en compañía de nuestros amigos, cuando se llegó la hora de la cena, pasamos a nuestra gran mesa y fue justo en la hora del brindis cuando ella apareció.

Luciendo un hermoso vestido largo color vino tinto y unos tacones negros, usando el cabello negro con mechas doradas que antes le vi y con unos ojos castaños que resaltaban junto con sus sonrojado pómulos y sus bamboleantes caderas que se robaron la atención de la mayoría de los presentes cuando cruzó el pasillo hasta muestra mesa de la mano de un Adam elegante que portaba un traje negro con detalles en el saco que hacían juego con el vestuario de Zara.

Sus ojos se fijaron en los míos, provocando que me tensara de pies a cabeza, temeroso de que su presencia pudiera ser la causante de que aquella fiesta resultará en fracaso como había sucedido con Nallely como mi novia, la última vez en que nos vimos en una fiesta.

Me puse de pie para recibirlos igual que lo hicieron todos mis amigos y amigas, el suave roce de sus labios en mi mejilla me estremeció, tanto o más que su sonrisa poniéndome en alerta mientras notaba cómo la mirada de Lea se clavaba en mi al mismo tiempo que lo hacía la de Adam.

Nos separamos y tomaron asiento justo entre Danny y Jimena y sus respectivos novios, mientras el brindis seguía su curso. Yo me senté de igual forma mirando antes que nada a Lea para asegurarme de que todo estaba bien.