El arte de amarte

Capítulo 132 "La perdí"

Había pasado casi un mes desde mi separación con Nallely, me había enfocado plenamente al estudio de mi carrera, pese a que no le veía un sentido lógico a mi vida amorosa desde aquel último beso de Zara.

Aquel día me encontraba en la escuela tratando de realizar un plano que, por más que intentaba, no terminaba de quedar listo para su entrega; frustrado por ello, estuve a punto de rendirme cuando escuché la voz de Lea llamándome.

-¿Oliver? ¿Qué sucede? ¿Por qué luces tan frustrado?

- No puedo terminar el plano... por más que trato no me dan las medidas...

-A ver... déjame ver...

-Uuy... vaya que estás hecho un lío por nada... tan simple como inclinar dos grados hacia la derecha el plano y todo quedaría perfecto...

-¿Enserio? ¡Puf! Hubieras llegado antes... he perdido casi tres horas intentando acomodar este maldito plano y tú lo lograste en 5 segundos...

-Jajajaja... eso es porque estás cansado y desesperado y yo acabo de llegar de estar comiendo un delicioso brownie con nueces en la cafetería...

-¡puf! ¿Y no me trajiste?

-Supuse que eras alérgico y no te traje...

-Yo no soy alérgico a las nueces

-¿Y quien habló de las nueces? Yo hablaba del brownie...

-Jajajaja... ¡Lea!

-Bueno...más vale estar segura antes de envenenarte y que me cobren los gastos del servicio médico...

-Jajajajaja...

Gracias a la pequeña broma de Lea, me relajé un poco después de mi repentino estrés causado por un simple trabajo; pero entonces todo se complicó cuando mi celular vibró y me di cuenta de que había recibido un mensaje de Zara, ella no solía mandarme mensajes sino era por una buena razón, abrí temerosamente el mensaje esperando que no fueran malas noticias desafortunadamente aquellas dos simples y sencillas palabras, escritas en su mensaje, provocaron que mi corazón se detuviera un instante "Me voy".

Supuse que mi expresión debió haber cambiado radicalmente y quizá incluso mi color de piel se desvaneció, ya que Lea se mostró preocupada al preguntarme qué era lo que ocurría.

Sin poder hablar de lo que pasaba, me disculpé con ella y comencé a correr hacia la parada del camión, para ir al encuentro de Zara y poder entender su mensaje.

Nervioso marqué su número incontables veces esperando una respuesta de su parte, misma que no llegó porque ella no contestó mis llamadas y tampoco mis innumerables mensajes.

Cuando me bajé del camión y sin estar plenamente consciente de la dirección que debía tomar para ir a su encuentro, corrí hacia el parque y miré en todas direcciones buscándola con la mirada, pero no la encontré, así que supuse que estaría en su casa, cuando me di cuenta, ya iba camino hacia su casa, como si mis pies hubieran sabido desde el inicio que no debía detenerme hasta dar con ella.

Mi corazón acelerado me obligó a detenerme únicamente cuando mis pies tocaron el piso de la banqueta en que estaba su casa, caminé unos pasos más hasta la entrada de su casa y llamé a la puerta. En esa ocasión, su ama de llaves no abrió la puerta, como si lo hizo Hugo, el hermano mayor de Zara; quien me reconoció al instante por ya habernos topado alguna vez mientras Zara y yo éramos novios.

-Hey! Oliver... ¿Qué te trae a la casa?

-Necesito ver y hablar con Zara, es urgente...

-Si... ahora que lo pienso, eso era lógico... pero... lo siento, ella no está aquí...

-¿Ah no? ¿Está en la escuela entonces?

-N...algo así...

- ¿Algo así?

-Digamos que va rumbo a su escuela ahora mismo...

-Ah... bien... entonces iré a buscarla...

-Espera.... ¿piensas ir a Suecia a buscarla?

-¡¿Suecia?!

- Hum...veo que no te lo dijo tampoco... pues... si, desde que terminó con Dante el tipo ese la ha estado molestando así que nuestros padres le dijeron que buscara un intercambio a cualquier país del mundo que quisiera y ellos pagarían los gastos... Hace unas semanas que mandó los papeles y, recién la han aceptado hace unos días... compró el boleto y se fue esta mañana...

-Pe...pe...ro... nadie me dijo nada...

-Ella no quería despedirse de ninguno de ustedes... dijo que era lo mejor...

- ¿Oliver? ¿Estás bien?

Aquellas fueron las últimas palabras que escuché de Hugo antes de quedar en shock... se había ido... si había tenido una oportunidad de recuperarla después de nuestro último beso, ahora ya no la tenía... ella ya no iba a estar cerca de mí por algunos... ¿días?... ¿semanas?... ¿meses? .... ¿años?.... ni siquiera recuerdo haberle agradecido a Hugo por la información antes de comenzar a caminar lentamente hacia mi casa, iba en silencio, fuera de mi mismo cuando pasé por cada calle y cada banqueta en dirección hacia el parque primero y a mi casa después.

De un momento a otro me detuve, había llegado a mi casa e incluso había entrado hasta mi cuarto sin percatarme de ello, sino hasta que estuve acostado sobre mi cama; fue entonces cuando me di cuenta de que un par de lágrimas habían corrido por mis mejillas y que mi corazón se encontraba adolorido. "La perdí" me repetí a mí mismo una y otra vez durante las siguientes horas hasta que amaneció...