Capítulo 54 "¿Reconciliación?"

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A la mañana siguiente de mi salida con los chicos, me dirigí a casa de Zara, era sábado, así que no había problema con la escuela. Por la noche Noemí me había dicho que Zara seguía aferrada a su orgullo y se negaba a disculparse, porque creía que la culpa la tenía yo, por haberme puesto a la defensiva aquel día de la fiesta.

Esa mañana no llevaba nada más que mi celular y mi cartera, lo único que deseaba era que Zara aceptara hablar conmigo, pero una vez que llegué y pregunté por ella su, siempre amable, ama de llaves se disculpó conmigo por la negativa de Zara, a verme. A pesar de ello, yo pasé, pidiéndole a su ama de llaves que no entrara en pánico puesto que sólo yo, podía hablar con Zara y lograr que se tranquilizara.

Llegué a su cuarto y toqué la puerta, sin responder a su pregunta sobre quién tocaba, esperé un par de minutos y toqué de nuevo, estaba nervioso y ansioso pero toqué una tercera vez hasta que abrió la puerta con coraje, al verme se quedó en shock, el tiempo suficiente para que yo metiera mi pie entre la pared y la puerta evitando así que la cerrara, ella bufó molesta por mi pronta reacción y de un momento al otro se regresó a su cama, se sentó de brazos cruzados y me miró indiferente directamente a los ojos, eso hizo que yo temblará de pies a cabeza.

-Hola Zara
-hum...que quieres? No ves que me siento mal?
-Si, eso escuché. Por eso he venido.
-ahhh...vaya...
-Desde aquel día de la fiesta no hemos hablado para nada.
-Lo se, y?
-No me extrañas?
-tu...me extrañas a mi?
-Si, con todo mi ser...
-humm...ser cursi no te ayudará esta vez... Desconfiaste de mi!!
-No desconfiaba...Tu fuiste quien no confió en mi...
-Yo sólo hice lo que mi amiga.... Digo...tu mejor amiga me dijo que hiciera y, eso era, no decir nada porque sabía que te pondrías todo loco si sabias que yo ya conocía a su amigo.
-Si, lo se. Y quiero disculparme por actuar como lo hice, me puse celoso porque creí que Noemí confiaba más en ti, pero no era así... Ella me contó que el día en que César y tu se conocieron fue mera casualidad, así que entiendo que fui un tonto.
-Pues si, lo fuiste! No me dejaste explicarte nada y ni siquiera a Noemí!
-Si... Y vine a pedirte perdón por ello.
-Bien...te perdono si eso quieres...
-No Zara, no quiero que sólo me perdones... Quiero que estés bien...que estemos bien!
-Ya...pues... No lo se...me trataste muy fríamente.
-Y por eso me tratas así? Ni siquiera me has dicho que me extrañas...
-Lo hago, contento?
-No...no lo estoy... Tu actitud me está matando y yo así no puedo continuar...será mejor que me...
-Oliver no!! No te vayas!

Me había puesto de espaldas a ella y cuando giré vi a una Zara completamente diferente, sus ojos lloraban gruesas lágrimas de dolor que me fueron imposibles de evitar.

-Zara? Que tienes?
-Te extraño Oliver....no puedo estar sin ti...esta soy yo.... si tu no estas....
-Awww Zara... No te pongas así hermosa, por favor, no llores...
-Es que no quiero que me dejes...
-Nunca lo haré hermosa, aunque me grites y me golpees para que lo haga...yo te amo y siempre lo haré.
-también te..te..amo...
-Lo se hermosa, lo se...
-Me perdonas?
- Si Zara, te perdono...

Abracé a Zara con mis brazos, dándole el cobijo que le había hecho falta por casi una semana, deje que llorará conmigo hasta tranquilizarla. Hubo un momento incluso que lloramos juntos antes de fundirnos en un intenso y apasionado beso que calmara nuestras ansias por tener al otro consigo....

Yo sabía que ella no era una chica nada fácil de tratar, debía aprender a amarla poco a poco. En las buenas, en las malas y en las peores, aunque me dolieran sus actitudes déspotas y groseras, no siempre tenemos días buenos, pero pasar los malos al lado de quien nos ama, nos aligera la carga y eso es lo que yo quería lograr en ella, que sonriera, que a pesar de la distancia o de los problemas siempre supiera que podía confiar en mi, porque la amaba como a nadie podría amar jamás...


El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora