Capítulo 5 Confusión y revelación

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Cada tarde después de la escuela y de salir un rato con mis amigos, me sentaba en la mesa que tenía en mi cuarto como escritorio para realizar mis tareas y, después de hacerlas, sacaba mi cuaderno de dibujo y me empeñaba en retocar cada retrato que había plasmado de Zara, intentando perfeccionarlos de alguna manera.

Poco faltaba para los exámenes del mes y, los trabajos que se pedían como resultado de la participación en las clases comenzaron a saturar mis tardes, salir a jugar fut e incluso salir a la tienda me era imposible, si quería terminar a tiempo mis trabajos.

El único trabajo para el cual me estaba esforzando realmente era para el de la clase de Arte, ya que se había pedido realizar un dibujo a elección en el cual se plasmara alguna de las técnicas de dibujo a lápiz que habíamos visto en clase. Como me gustaba dibujar, diariamente dedicaba unas horas a mi trabajo de arte, había decidido dibujar un paisaje y para terminarlo me lleve varias semanas.

Teniendo ya listo mi dibujo el día de entrega, lo metí en mi carpeta de dibujos en donde tenía todos mis trabajos y algunos dibujos extras, entre ellos el primer boceto que hice de Zara. Llegando a la escuela tenía que entregar mi dibujo a primera hora y, debido a que llegué tarde a la escuela no me di cuenta de que dibujo saque de la carpeta para entregar.

Si, seguro ya te imaginaste la clase de mala suerte que tuve, porque sin quererlo así, entregué el perfecto boceto que había hecho de Zara. Pero cuando abrí la carpeta a la hora del recreo y me percaté de mi error, ya era demasiado tarde, mi dibujo iba a ser expuesto frente a todo el auditorio que entrara a ver los trabajos de la materia el día de la exposición....


El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora