Capítulo 15 "¿Salimos?"

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Realmente tendría que agradecer a quien inventó el whatsapp, porque fue gracias a esta maravillosa aplicación que, me pude acercar a Zara sin estar presente físicamente a su lado, desde aquel día en que hablamos por whatsapp por primera vez, seguimos platicando diariamente después de que ella salía de clases y llegaba a su casa a las 7 o 7:30 de la noche y hasta que el cuerpo aguantaba.

Poco a poco, perdimos el temor y empezamos a tenernos confianza el uno al otro, me enteré de que era una chica apasionada y dedicada, que tenía perfectamente claro su objetivo a lograr como futura Abogada, que su familia estaba formada por sus padres, Hugo, su hermano mayor y Scarlet, su hermana menor, y pese a ser una familia adinerada, no eran fanáticos de los lujos sin control.

Zara amaba ir de compras con sus amigas y hasta iba al salón de belleza con regularidad. Era gimnasta aunque no profesional, adoraba el fútbol soccer, lo que para mi era simplemente maravilloso y, por si fuera poco, era una mujer hermosa y segura de sí misma, conocedora de sus cualidades y defectos, mismos que trataba de mejorar día con día.

Pasadas dos semanas de hablar sólo por whatsapp, me atreví a pedirle que saliéramos juntos a tomar aunque fuera un café al Starbucks, asombrosamente ella no dudó ni un segundo en aceptar mi propuesta y quedamos de vernos afuera de la prepa después de su última clase del viernes.

Ese día la esperé afuera de la prepa con una rosa blanca en mis manos sudorosas por los nervios del momento, iba yo vestido con ropa casual, jeans, playera polo y una camisa abierta encima. A la hora de salida, mis piernas empezaron a temblar al igual que cada uno de mis músculos, ver salir a una multitud apresurada por librarse de las clases me provocó aún más nerviosismo.

Pero entonces la vi, lucía preciosa...un hermoso vestido rojo corto hasta por encima de las rodillas destacaba su hermoso color de piel y sus hermosas curvas femeninas, viéndola acercarse cada vez más hacia donde me encontraba me hizo perder el control de mi sentido propio.

-¡Oliver!
- ¡Zaa...Zara!, te ves preciosa....
-Gracias Oliver.... ¿Nos vamos?
-S...s...sí

Sus ojos brillaban llenos de emoción y una sonrisa se pintó en sus labios al ver la rosa que mantenía en mi mano, misma que le ofrecí enseguida, ella la tomó con la mano izquierda, se colocó de mi lado izquierdo y entrelazó su mano con la mía, creo haberme sonrojado y, solamente fui capaz de sonreír.

El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora