Capítulo 27 "La llamada."

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Unas horas después de lo que parecía haber sido un accidente, el silencio del lugar en que me encontraba fue interrumpido por las voces de mis padres, sobre todo la de mi madre que se escuchaba llorosa cerca de mi oído diciendo una y otra vez "Mi niño...."

Sentí su mano acariciar mi cabello, mi cara y mis manos suavemente mientras sollozaba en silencio. Mi padre también se escuchaba cerca de mí, respirando agitadamente al verme recostado en la cama; lo escuchaba lamentarse en voz baja, pero no comprendí lo que decía.

Los minutos pasaron y el doctor que me atendía entró al cuarto en que nos encontrábamos mis padres y yo, aún sin abrir los ojos escuché perfectamente la conversación.

Doctor: Buenas noches señores, disculpen la tardanza.

M: ¿Qué es lo que pasó? ¿Por qué no abre los ojos? ¿Qué tiene mi hijo?

Doctor: señora tranquilícese por favor.

M: ¡¿Tranquilizarme?! ¡No ha respondido a mis preguntas!

P: Cariño por favor, respira un poco. El médico está aquí para hablar de ello, así que hay que escucharlo.

Doctor: Gracias... El accidente que sufrió su hijo hace un par de horas dio por resultado una costilla rota y un severo golpe en la cabeza que le provocó la inconsciencia, sin embargo, todo parece indicar que no hay daños graves.

M: ¿Y si no es tan grave, por qué no despierta?

Doctor: Es posible que haya tenido un par de contusiones y que su inconsciencia prevalezca un par de horas más, pero descuide. Va a despertar.

P: Gracias doctor.

¿Estaba Inconsciente? A pesar de saber que lo estaba, yo escuchaba y sentía todo a mí alrededor. En ese preciso momento el tono de mi celular comenzó a sonar cerca de mí, contuve mis pensamientos y mi respiración unos segundos mientras escuchaba a mi madre contestar.

M: ¿Hola? ¿Quién llama, perdón? ¿Noemí? Ah sí sí, ya sé quién eres... no, mira... Oliver su....frió un...un... accidente... a una cuadra del parque de... sí, ese parque... hace unas horas y... estamos en la Cruz Roja cercana... sí, yo le diré que llamaste si despierta antes.

Aunque me sentí feliz de saber que Noemí se preocupaba en verdad por mí, el que no hubiera sido Zara quien llamaba me había decepcionado en verdad, no sabía si había mandado algún mensaje o si me había llamado antes, pero yo deseaba en verdad que ella no se hubiera molestado conmigo por no presentarme a nuestra reunión.

Estaba realmente desesperado por abrir los ojos, levantarme de la cama y correr a su encuentro, pero por más que lo intenté, no podía hacerlo y eso, me dolió.

El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora