Capítulo 83 "Te entiendo"

48 5 0
                                    

Teniendo el celular en mi mano temblorosa y conteniendo la respiración, empecé a leer...

Oliver...

Sabes, yo no soy buena escribiendo lo que pienso o siento, sería mejor si habláramos en persona... pero, como la distancia entre nuestras casas nos hace imposible vernos ahora mismo, intentaré hacerte saber lo que pienso de lo que me has dicho...
Primeramente, debo reconocer que me sentí confundida cuando empezaste diciendo que estabas contento, agradecido y luego mencionaste estar confundido... no sé qué es lo que hayas escuchado o quien te haya dicho que me estas usando, pero yo sinceramente no pienso que sea así, aunque desconozco tus intenciones actuales, creo que aquel día en que nos conocimos ni tú, ni yo pensamos que íbamos a convertirnos en amigos, pero es verdad, lo somos y no creo que haya nadie capaz de evitar que lo seamos salvo nosotros mismos.

Ahora bien, yo, soy de las personas que no se dejan llevar por lo que otros piensen, si yo pienso que está bien algo, lo está, a menos claro, que me esté dañando y, aun si tu necesitabas mi consuelo o mi cercanía antes, yo nunca lo vi como que me estuvieras usando, creo que una amistad se basa en correspondencia y yo quiero que sepas que estaré allí para ti, en las buenas, en las malas y en las peores aunque recién nos hayamos conocido. Por último, quiero que sepas que, después de cómo te has abierto a mí, comprendo la situación en la que te encuentras, sé que ahora mismo tus pensamientos, ideas y sentimientos están mezclados y por ello es que, te entiendo, no me ofenderé si te alejas, a veces es necesario hacerlo, así que descuida, no te sientas mal por mí. Y, pase lo que pase, estaré aquí esperando por si decides regresar y si no lo haces, también lo entenderé.... yo también te quiero, Nalle.


En el momento en que aparecieron sus últimas cinco palabras, incluido su nombre, sonreí y, lo hice porque ella realmente me hacía sentir diferente, mi corazón latía conmocionado por sus palabras, mi mente imaginaba en ese momento, cómo sería tener a Nallely frente a mí, diciéndome aquellas palabras con esa voz jovial, con esa ternura que hasta cierto punto es ruda y cruel, con ese encanto de amiga que me hacía suspirar.

Nallely en verdad me tenía cautivado por su forma de ser, era una persona única, cuando esperaba recibir palabras cortas, crudas y dolorosas que taladraran mi ser, de la misma manera en que Zara las había pronunciado alguna vez, no las había recibido; sino que al contrario, había recibido calidez y comprensión, provenientes de alguien que no era Noemí, sino Nallely, una chica a quien sólo llevaba cuatro meses de conocer...

Volví a leer aquel mensaje una y otra vez, intentando descifrar la veracidad de sus palabras, intentando dibujar en mi mente su expresión sin igual y escuchar en mis oídos su voz al pronunciar cada palabra; claro está que no logré mi cometido porque aun si recordaba su rostro, su figura, sus expresiones y ademanes, ella no era una persona fácil de imitar, dibujar, ni siquiera de recordar por completo, era una persona diferente, especial, una mujer única, sin igual...


El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora