El arte de amarte

Capítulo 1 "¿Quién soy?"

Un chico alto, de complexión delgada sin demasiada musculatura sólo la suficiente para hacer ver que he dejado de ser un niño, de tez blanca, cabello lacio negro y corto, de ojos extrañamente color ámbar... Mi nombre, Oliver. Procedente de una familia pequeña compuesta sólo por mis padres y yo. Poseo pasatiempos comunes a mi edad de 17 años tales como escuchar música, salir con los amigos y jugar fútbol soccer.

Hace unos pocos días me encontraba en el parque sentado en una banca junto a mis cuates, hablando de que estábamos próximos a salir de la preparatoria y deberíamos elegir una carrera para estudiar y entonces, esa inquietud surgió en mi mente.... ¿Qué es lo que haré con mi vida? ¿En que soy bueno? Yo deseaba ser futbolista profesional cuando era un niño pero luego, descubrí que necesito vivir en una familia capaz de pagar mis estudios además de mi entrenamiento deportivo y que, eso es algo que no tengo, así que....no lo sé, ¿puede que sea buen ingeniero? ¡No, ni en sueños! ¡Detesto las matemáticas!.... ¿Puede que sea buen médico? ¡Nunca! Eso de estudiar no se me da.... ¿Puede que sea un buen mecánico? Jajaja ¡como si fuera capaz de armar un Ferrari yo sólo!....

Entonces... La vi, ella caminaba al compás de sus amigas, meneando sus caderas, que resaltaban con esos jeans ajustados, con gran soltura, se reía de los comentarios que sus amigas hacían dejando ver su blanca y brillante sonrisa y peinaba su cabello alborotado por el baile del viento a su alrededor con ayuda de su mano derecha. Las seguí con la mirada, se dirigían exactamente hacia nosotros o eso creí porque justo cuando se nos acercaron, pasaron de largo y siguieron su camino. Giré por mero instinto para ver hacia donde habían caminado pero las perdí de vista al girar en una esquina.

Cuando recobré el sentido, me enfrasqué en la plática de mis amigos que, como yo, habían notado la belleza de aquellas damas que acababan de pasar, y por ende, hablaban de sus curvas y su caminar. Esa era la primera vez que una sonrisa y una figura se quedaba por más de 10 segundos en mi mente, era la primera vez que ansiaba verla regresar caminando ahora en dirección contraria para poder admirarla una sola vez más...