Capítulo 55 "Mi musa"

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Aquella misma mañana en que arreglé las cosas con Zara le pedí que se arreglara para salir juntos a pasear a algún sitio, ella no tenía muchas ganas de salir, sin embargo, no se negó a hacerlo porque le dije que le haría bien si dábamos un paseo juntos aunque fuera sólo unas cuantas cuadras en la calle contigua a su casa.

Mientras ella se bañaba y se arreglaba, yo me bajé a la sala a esperarla y prendí el wifi de mi celular para mandarle un mensaje a mis amigos, al menos a Noemí, avisándole que todo estaba bien entre Zara y yo, ahora. Mi mejor amiga me respondió enseguida, anunciándome que estaba muy feliz por nosotros y que esperaba que pudiéramos salir todos juntos, hablando de todas nuestras amigas y sus novios y amigos, una próxima vez.

Zara bajó de su cuarto luciendo un hermoso vestido blanco con ondas en la parte de abajo, lo que hacía que sus maravillosas y perfectamente bien torneadas piernas, me derritieran por completo, se había maquillado un poco para cubrir las ojeras que traía antes y llevaba consigo, un pequeño bolso color rojo que combinaba con sus zapatos del mismo color.

Le ofrecí mi mano para que la tomara una vez que bajó las escaleras y así, salimos juntos de su casa, caminamos en silencio uno al lado del otro durante varias cuadras, escuchando el sonido de nuestro alrededor que hacía juego con el de nuestras respiraciones constantes.

Llegamos al parque de siempre, pero esta vez no nos sentamos en la banca, sino en el pasto de una de las jardineras, exactamente debajo de uno de los árboles más frondosos, yo me senté primero abriendo las piernas para que ella se sentara delante mío y poder así abrazarla por la espalda. Ella se recargó en mi pecho mientras yo la abrazaba disfrutando el suave y delicioso aroma de su perfume y su shampoo recién puestos.

Permanecimos en silencio unos minutos más, escuchando nuestras respiraciones, hasta que Zara rompió el silencio con su hermosa y melodiosa voz.

-Esto es algo que me encanta de ti...
-¿Eh? ¿de que hablas?
- De tu ternura y tu calidez... que no necesitas decir nada para hacerme sentir cómoda, tranquila y segura...
-Zara... eres un amor... yo sólo quiero que tu estés contenta a mi lado, si he logrado que sientas todo eso, entonces, me siento realmente honrado.
-Jiji.. eres tan... cursi... y tan... diferente a los demás...
-Jaja, gracias hermosa, solo intento ser especial para ti.
-Y lo eres, claro que lo eres. Me has tolerado mis groserías y mis momentos de malhumor, eso nadie, ni mis amigas lo hacen.
-De eso se trata el amor, de comprender las imperfecciones del otro y amarlo por quien es. Y nuestro amor es así... tu eres mi musa...
-Musa? a que te refieres?
-Eres la perfecta figura de la belleza que me tiene completamente loco y perdido... toda tu, eres una obra de arte a quien, por más que lo intente no logro dibujar de manera perfecta.
-¿Dibujar? ¿como el dibujo que hiciste de nosotros...el que me diste en nuestro aniversario?
-Como ese, tengo cientos de dibujos más, desde que te conocí por vez primera... tu belleza inundó mis pensamientos y mis manos te quisieron dibujar.
-Aww... Oli...¿hablas enserio? ¿me has dibujado desde entonces?
-Si, así es... tu figura... cada detalle de tu hermosa cara y cuerpo, todo he dibujado de ti con gran esmero.
-Mi vida...
-Cualquier otra mujer se habría asustado al saber esto... pero tu cara me dice que estas feliz de saberlo y eso... me hace feliz.
-Estoy feliz....porque te amo
-y yo a ti

Ella se giró para verme frente a frente, nos quedamos mirando uno al otro varios segundos antes de besarnos de manera que, sus labios y los míos dieron cuenta del amor que nos profesábamos el uno al otro con pasión y locura, mis manos en su cuello y las suyas en el mio, nos unieron más aún de lo que ya estábamos unidos...

Nos separamos y pegamos nuestras frentes sonriendo por nuestra demostración de amor, nuestros labios eran capaces de decirse unos a otros, lo que con palabras no éramos capaces de decir, su sonrisa tímida, su respiración profunda y ese brillo intenso en sus ojos, me dejaban ver su alma y su corazón impregnados de amor por mí.

El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora