Capítulo 142 "A centímetros"

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Después de aquella inesperada visita y de que todo volviera a la normalidad, Zara nos confesó que había pensado regresar a vivir a nuestro lado, pero después de los recientes sucesos mejor regresaría a Suecia con Adam para estar tranquila.

A pesar de que me había emocionado por su regreso, era comprensible lo que quería hacer, por lo que nadie se lo reprochamos y simplemente les deseamos suerte y un buen viaje de regreso a casa.

Un par de días después de su partida, me encontraba en clase de Informática para el diseño, realizando un plano en la computadora que se me resistía a pesar de mis numerosos intentos, cuando Lea se acercó para platicar conmigo o más bien dicho, para molestarme un poco con sus comentarios en tono de burla.

-Te he dicho ya que debiste estudiar Artes plásticas en lugar de diseño gráfico?
-jajaja gracias por tu apoyo...
-Que? Sólo digo que si estuvieras dibujando personas en lugar de planos, serias el primero y no el último de la clase....
-Jajajajajaja esa fue una ofensa o un cumplido?
-Un poco de ambos...
-Hey!
-Jajajajajaja sabes que como artista te respeto porque dibujas mejor que yo pero como diseñador gráfico....te equivocaste de carrera...
-Jajaja no me equivoque y si lo hice ha válido la pena hacerlo....
-ah si? Porque?
-Porque de no haberlo hecho, ahora estaría en otro salón haciendo otro dibujo pero sin ti a mi lado...
-Awwww... Cielos Oliver...me sonrojas
-Jajajaja pude notarlo güerita
-Güerita? Desde cuando me dices güerita?
-Desde que no eres morenita sino blanca y con el cabello rubio, no es obvio?
-Si, pero...

Lea interrumpió su frase enseguida como intentando acomodar las ideas que surgían en su mente a partir de mis palabras. Me pareció divertida la expresión de confusión que plasmó en su cara después de escuchar mi apodo.

-Sólo es un apodo Lea...
-Lo se... Es solo que.... Nunca me habían puesto ningún apodo más allá de Lea...
-Ooh...y te molesta? Si te molesta no lo diré...
-No,no...al contrario, me gusta...

Sonreí al verla sonreír, esa perfecta línea curva que se formaba en su boca acompañada por dos adorables hoyuelos a ambos costados de sus labios me hicieron posar la mirada directamente en sus carnosos y finos labios de manera especial, hasta que ella se dio cuenta de mi mirada y bajo su rostro sonrojada.

Rostro que tomé delicadamente entre mis manos para elevarlo y permitir que sus ojos miraran a los míos mientras me acercaba poco a poco a ella hasta tener nuestros labios a unos centímetros de tocarse unos a otros; nuestras respiraciones y latidos se sincronizaron rápidamente hasta que ella se separó ruborizada y aclarando su garganta.

-Creo que la clase finalizó.
-Oh...si, es verdad...
-Si...creo que iré al baño antes de ir a casa.
-De acuerdo...

Nos separamos unos minutos, mismos en que mis latidos se normalizaron pero mi sonrisa no se borró después de lo que acababa de pasar. Saque entonces mi cuaderno de dibujos y plasmé en el aquel momento con especial ahínco en su mirada y su sonrisa, no me fui de la escuela sino hasta terminar mi dibujo unas horas después.

Al llegar a casa deje mis cosas sobre mi cama y fui a comer lo que mi madre había dejado en la estufa para mi y mientras comía, logré rememorar ese momento con Lea a unos centímetros de mi, termine de comer y fui a dormir un poco sin dejar de pensar en lo sucedido.

Desperté a media noche por no poder dormir pensando en aquella escena, e incluso permanecí recordándola día tras día en las siguientes semanas. Lea y yo habíamos decidido no mencionar lo que pasó aquel día y por ello intentábamos hacer de cuenta que nada había pasado.

Pero mi mente no se estaba quieta por más que lo intenté desde aquel día, sus ojos, su sonrisa, sus labios me tenían completamente loco y fuera de mi mismo, no comprendía lo que sucedía conmigo cada vez que ella hablaba y me hacia sonreír o cada vez que sus enojos no duraban nada porque la convencía de que no se molestara con un abrazo y mucho menos entendía porque no podía molestarme con ella cuando me jugaba bromas o decía comentarios absurdos....


El arte de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora