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La alarma de mi móvil comenzó a sonar. Gruñí enfadada y la apagué como pude. Segunda noche que dormía en este sofá, como siguiera así me iba a doler la espalda. Miré a mi alrededor y luego clavé mi vista en quien tenía a mi lado. Sonreí al verlo dormir y me levanté con cuidado para que no despertara. Lo volví a tapar con la manta y fui hasta el baño. Hice mis necesidades, me lavé las manos y caminé dispuesta a hacer el desayuno, pero Rubén ya se me adelantó.

-Buenos días. -dije nada más entrar en la cocina. Rubén se giró, se acercó hasta mi y me dio un beso en la mejilla. Sonreí. -¿Te duele? -dije señalándole la cara donde tenía las heridas.

-Podría ser peor. -se rió y continuó untándole mermelada a las tostadas.
Una vez que terminó, volvimos al salón.

-¿Vas a contarme el por qué te pegaron? -pregunté dudosa, no quería que se enfadara.

-¿Vas a decirme por qué estas con el pelmazo ese, cuando no lo quieres? -contraatacó.

-Rubén no empieces.

-¿Que no empiece el qué? ¿A caso no llevo razón? -dio el último bocado a su tostada.

Me quedé callada. La verdad era que no tenía ninguna gana de hablar de Samuel y menos ahora. Después de haber pasado toda la noche junto a él.

Mi móvil vibró informandome que me había llegado un whatsapp. Lo abrí y era del grupo que tenía con los chicos del restaurante donde trabajo.

-Llego tarde al trabajo. -me levanté del sofá para ir al baño y darme una buena ducha cuando Rubén me agarró del brazo.

-¿Tienes que ir si o si?

-Ayer falté, no puedo faltar siempre que pueda. Además a Samuel no le va hacer mucha gracia.

-¡Que le den por culo a Samuel! Vente conmigo.

-Rubén de verdad que no puedo. Otro día quizás. Tengo que ir.

Si me dieran a elegir entre quedarme con Rubén o trabajar al lado de mi "novio", si es que se le podía llamar así, elegiría sin pensarmelo a Rubén. Pero no le podía hacer eso a Samuel. Bastante culpable me sentía ya con el hecho de haber dormido con Rubén.

Rubén me soltó de la mano y se levantó del sofá. Asintió con la cabeza y me dio un beso en la frente a modo de despedida, ya que se giró y caminó hasta la puerta sin pronunciar palabra alguna. Me quedé con la boca abierta. ¿Enserio se acaba de ir así sin más? Negué con la cabeza y fui hasta el baño. Me fui desvistiendo lentamente, no tenía prisa. Me metí en la ducha y me quedé un rato pensando en lo que se había convertido mi vida desde la llegada de Rubén.

Tenía que aclararme, no podía seguir así. ¿Realmente me gustaba Samuel? No estaba muy segura de eso. Hoy pensaba averiguarlo. No tiene que ser muy difícil saber si una persona te gusta o no. Blair siempre me dijo que si la persona no te atrae físicamente, imposible que puedas a llegar a tener algo con esa persona. El problema es que Samuel me gusta mucho físicamente, pero creo que nada más.

Con Rubén es diferente.

Con solo mirarlo a los ojos, miles de sentimientos recorren por todo mi cuerpo. Él es el único que me deja sin saber que decir.

Y eso con Samuel no pasa.

Tengo que hablar con Blair y intentar que ella me ayude sin contarle demasiados detalles.

Me vestí con la camiseta del restaurante y unas mayas negras para ir mas cómoda, mis converse blancas y lista. Decidí no maquillarme porque, milagrosamente, había despertado sin ojeras. Tal vez era porque había dormido con Rubén.

Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora