039

9.2K 777 264
                                    

-Llévame contigo.- Rubén se giró antes de montarse en su moto. Me miró profundamente a los ojos y luego hizo una mueca.

-¿A dónde Samantha?- con la mano que tenía libre, se echó el pelo hacia atrás.

-Al fin del mundo.

Corrí hasta él y lo besé. Nuestras lenguas se movían perfectamente al compás mientras que nuestros labios encajaban a la perfección. Había estado deseseando volver a besarlo un mes. Pasé mis manos pos su nuca, enredando mis dedos por su largo pelo, él me agarró de la cintura y me atrajo más a él. Cuando nos separamos juntamos nuestras frentes.

-No quiero vivir si no estás a mi lado.- susurré. Él soltó un gemido y me volvió a besar.

Nuestro beso se vio interrumpido ya que alguien había abierto la puerta principal. Ya sabía de quien se trataba. Así agarré de la mano a Rubén y lo conduje hasta su moto, él me puso su casco y arrancó el motor tan pronto como Samuel había abierto la puerta.

Estaba eufórica. Feliz. Por primera vez después de muchos años, me sentía feliz.

Estaba sonriendo a través del casco y sabía que Rubén estaba igual que yo. Me daba igual que me dispararan de nuevo, me daba igual si algún gilipollas desconocido me amenazaba, me daba igual como se sintiera Samuel. Lo único que importaba es que Rubén y yo estuviéramos felices, eso era lo más importante.

Me agarré de su cintura y cerré los ojos, oliendo su aroma. Ese aroma que me encantaba. En fin, todo de él me gustaba.

Pasaron unos minutos, y la moto paró. Después de mi respuesta a su pregunta de que adónde íbamos a ir, no tenía ni idea de donde estábamos. Me bajé de la moto para que Rubén también pudiera hacerlo y cuando me iba a quitar el casco, Rubén se me adelantó y me lo quitó él. Yo le sonreí.

-¿Estas segura de esto?

-Nunca he estado tan seguro de algo. -le besé en la frente. -¿Dónde estamos?

-Es mi piso.

-Por aquí pasaba todos los días para ir al restaurante. -pensé en voz alta. Rubén se rascó la nuca. Yo negué con la cabeza mientras sonreía.

Rubén me agarró de la mano y me condujo hasta la puerta de su piso. Era grandecito para una sola persona. Y además estaba muy ordenado, nunca había pensado que Rubén fuera tan ordenado. Mientras que él dejaba el casco, las llaves y la chaqueta de cuero en una mesa de la entrada, yo inspeccionaba el piso. Me paré en la parte de su estantería, tenía tres baldas repletas de libros.

-No sabía que te gustara leer. -dije echando un vistazo por los libros que tenía.

-Hay tantas cosas que no sabes de mi.- Rubén se colocó detrás mía y me agarró de la cintura. Yo eché mi cabeza hacia atrás apoyándola en su pecho, podía notar los latidos de su corazón.

Aburrido, lo se. Pero era esto o dejsros mucho mas tiempo sin capitulo y la verdad es que no quería eso. Así que dejo el salseo para el capitulo 40. Que creeis que va a pasar ahora con Samuel? *emoji del guiño*

Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora