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083

Clarie entró en mi cuarto siendo demasiado cuidadosa para no hacer ningún ruido y no despertarnos. La cosa era que yo llevaba un rato observando a Rubén mientras dormía.

—¿Te he despertado? —susurró al darse cuenta de que estaba despierta. Yo sólo negué y me levanté con cuidado de la cama.

Le dije a Clarie que saliéramos de la habitación. Obviamente había entrado para hablar conmigo.

—¿Y bien? —dije antes de sentarme en el sofá. Me di cuenta de que Roan estaba también sentado ahí. Al verme soltó el móvil de inmediato. Los miré a ambos y me senté.

—Tenemos que hablar contigo. —dijeron al unísono. Yo les miré asustada. Primero a Clarie y luego a Roan.

—Está bien. —me acomodé mejor en el sofá preparándome para lo que me tuvieran que decir.

—Esta situación no nos gusta a ninguno de los dos. —empezó a hablar Roan. Iba a abrir la boca pero me colocó un dedo sobre mi boca y continuó hablando. —Se que lo quieres muchísimo pero hay algo que no me cuadra. Nos dejó a nosotros dos bien claro que no quería que lo vieras. Que ni si quiera te molestaras en buscarlo. ¿Y qué pasa?

—Aparece en la puerta de casa. —habló ahora Clarie. Mi mirada se dirigió a ella, que estaba sentada en la mesita redonda en frente de nosotros. —No queremos verte de nuevo mal.

—¿Verme de nuevo mal? ¿Es que he estado bien algún día de los que he estado aquí? ¡Por primera vez desde hace muchísimo tiempo me siento feliz! Y es por que él está aquí. Me da igual lo que os dijera, está aquí.

—Está bien. —dijo Roan. Me quedé sorprendida ante su comprensión. Pensaba que esta conversación se iba a alargar un poco mas. Miré a Clarie, esta miraba hacia el suelo.

Me gustaba que se preocuparan por mi. Me hacía sentir protegida, querida. Pero Rubén es alguien muy importante para mi y no iba a dejar que me comieran la cabeza por algo que dijo que no estaría ni en su sano juicio.

—Quiero que esto salga bien, chicos.

—Te vamos a apoyar en todo, Sam. —Roan me dio la mano y asentí sonriendole. Clarie no estaba muy convencida pero finalmente aceptó.

Estuvimos un rato mas hablando.  Intentando evitar el tema de Rubén. Aunque yo no dejaba de pensar en él. Cuando se hizo mas de las once y media de la noche, Clarie y Roan decidieron irse a la casa de Roan y pasar allí lo que quedaba de noche. Aunque me ofrecieron irme con ellos, yo sabía que estos dos querían estar solos y además lo iba a dejar aquí a Rubén.

Entré en el cuarto y aún seguía en la cama tumbado. No me podía creer todo lo que estaba durmiendo. Me senté a su lado. Se veía tranquilo y relajado.

—¿Ya se han ido tus amigos? —pronunció con su voz ronca. Me sobresalté un poco al escucharle. Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me esperaba que dijera algo.

—Si, hará como media hora. —le acaricié la mejilla. —Has dormido mucho.

—Llevaba dos días sin dormir nada. —él también acariciaba mi mejilla. Sonreí inconscientemente. —Me encanta cuando sonríes.

—Solo tú haces que sonría. —le di un pequeño beso en la punta de la nariz, lo que le provocó una pequeña sonrisa en su rostro. —¿Quieres cenar algo?

Caí en la cuenta de que no había comido en todo el día. Pero él simplemente negó con la cabeza.

—Quiero quedarme aquí un rato mas. —asentí con la cabeza y me acurruqué mas hacia él.