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Dudé  unos segundos en si darle al botón de enviar o no. Estas últimas semanas habían sido las semanas mas tranquilas y normales desde que apareció Rubén. En el mensaje le había puesto que teníamos que hablar. Fuera quien fuera el del mensaje, quería algo de mi y si no se lo daba haría daño a las personas que más me importaban ahora mismo. Me pensé un poco en si mandarle el mensaje pero finalmente lo hice. No quería que le hicieran daño y menos por mi culpa.

Caminé hasta mi casa. Estaba cansada. Al llegar estaba todo el rato pendiente del móvil. Pero éste no daba señales de ninguna notificación de whatsapp. Más concretamente, de Rubén. Lo cual me extrañó muchísimo ya que Rubén me contestaba a los segundos y era muy raro todo lo que estaba tardando.

Me olvidé del mensaje y me puse hacer cosas en casa. Por mero aburrimiento y la verdad era que si me quedaba sentada esperando a que me respondiera me iba a volver loca. Me puse música. Sweater Wheather de The Neighbourhood sonaba a todo volumen. Me encantaba ese grupo.

Mientras iba de un lado a otro, vi como la pantalla de mi móvil se iluminó. ¡Me estaban llamando! Corrí hasta él antes de que la llamada finalizara. Lo cogí sin saber quien era. Esperé que el que estaba detrás de esta llamada me dijera algo. Pero nada más que había silencio.

—¿Rubén? —pregunté con un hilo de esperanza. No hubo respuesta, lo único que se escucha es una continua respiración. —Sé que eres tú. —estaba cien por cien segura de que era él. —Háblame, por favor. —rogué.

—Samantha. —dijo en un susurro.

Sentí un sentimiento al escucharle. Había echado de menos su voz ronca.

—Tenemos que hablar. —dije.

—Estoy en frente tuya. —puse una mueca y me asomé por la ventana que tenía en frente. Estaba ahí. Sentado en el porche de espaldas. Vestía con una chaqueta de cuero y una de sus típicas gorras hacia atrás.

Colgué la llamada y salí hacia el porche.

—Tú me dijistes que te ibas a ir. —dije en un hilo de voz y con la cabeza hacia abajo.

—No podía irme sin asegurarme de que no te pasaría nada. —aún seguía sentado. Alcé la cabeza.

—¿Que no me pasaría nada? ¿De que hablas?

Rubén se levantó rápidamente y en unos segundos ya me había acorralado contra la pared. Ambos nos miramos a los ojos y no pude evitar sentir algo. Lentamente fue quitando sus manos de mis brazos, alzó su mano hasta mi cara. Me acarició la mejilla mientras no apartaba sus ojos de los míos.

—Tienes que prometerme que digan lo que te digan no vas a cometer ninguna tontería. —su mano aún seguía sobre mi rostro.

—Rubén, ¿qué pasa? —ahora fui yo la que puso mis manos sobre su cara, rápidamente las aparté. Me separé de él.

—Tienes que prometermelo Samantha. —se dio media vuelta para volver a quedar frente de mi.

—Te lo prometo. —él sonrió y me pareció la sonrisa mas adorable que hacía tiempo que no la veía. —Pero esto no cambia nada entre nosotros. —pero tenía que ser así.

—Sam, —me tensé al escuchar Sam. —, yo no le hice nada  a Samuel.

—Lo se y lo siento por haber pensado en ti. Estaba enfadada, muy enfadada. Pero han sido las tres semanas mas normales y tranquilas que he tenido desde que tú desaparecistes. Y quiero que eso siga así.

Rubén no dijo nada, solo asintió con la cabeza.

Estaba a punto de entrarme a mi casa cuando sentí como me agarraba del brazo. Me apretó con tanta fuerza que reprimí un gemido.

—Escúchame Samantha, voy hacer que me quieras tanto como yo te quiero a ti. Aunque tenga que cometer alguna locura para lograrlo.

Os gusta la nueva portada o dejo algunas de las otras? Decidme xd

Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora