Hola Rubén,
Las cosas me van yendo bien. Clarie y Roan me han dejado que me quede en su piso unas semanas. Estoy buscando piso, también algún trabajo. Mi psicóloga dice que ya estoy preparada para volver a vivir. Volver a vivir... Suena bien. Aunque la verdad ya no me acuerdo ni de lo que era vivir. Ya no vivo asustada. Puedo levantarme de la cama sin miedo. Eso me gusta. Antes vivía con miedo, con miedo de hacer algún movimiento, con miedo de decir las palabras incorrectas y que así te enfadaras.
Mi psicóloga también me ha dicho que es bueno que te escriba. Al menos una primera y última vez, le estoy haciendo caso a todo lo que me dice por eso te estoy escribiendo esta primera y última carta. No sé como te estará yendo allí. Clarie y Roan me prohíben ir a verte o consultar por tu estado. También les hago caso a ellos. Siempre estará esa parte de mi que aún se preocupe por ti. Por saber como estás, por saber si quiera si estás vivo. A veces finjo que ya no me importas, lo hago por que sino mi psicóloga no me dejaría en paz. Pero es mentira, cuando hablamos de ti no recuerdo lo malo. Recuerdo todas las caricias que me has dado, todos los besos, todas las veces que me has dicho que me quieres. Pero ella siempre intenta sacar todo lo malo de ti. Y a veces lo consigue, porque lamentablemente siempre has tenido más cosas malas que buenas y eso es algo que no puedo fingirlo.
Me has brindado dos años de mi vida llenos de subidas y de bajadas. Me has quitado dos años de mi vida. Me has convertido en otra persona. Antes era la típica chica solitaria, con sus padres muertos y sin nadie a quien le importase. Y de repente apareciste tú, con aquel mensaje. Amenazando a Samuel, amenazándome a mi. Pero, ¿sabes qué? Me alegro de que hicieras todo aquello. Me alegro porque convertiste aquella chica solitaria a la que nadie le importaba en alguien fuerte, con ganas de vivir, con ganas de amar. Y es que debo admitir que no he amado a nadie como te he amado a ti. Me has enseñado a amar, me has dado amor. Me has hecho sentir querida, algo que hacía muchísimo que nadie hacía.
Te he querido y te he odiado a la misma vez. Contigo he experimentado tantas cosas Rubén... He sentido el amor, la pasión, el miedo, la rabia... Tantas cosas...
Mi psicóloga me preguntó el otro día que cómo definiría la relación que teníamos. ¿Sabes qué contesté? Que nosotros nunca habíamos tenido una relación, que simplemente habíamos sido dos personas que se necesitaban mutuamente. Porque así ha sido. Te he necesitado, te necesito y te necesitaré por el resto de mi vida. Porque nadie más sabía entenderme, porque nadie más sabía quererme como tú lo hacías. A veces creo que estoy loca. Que me has vuelto loca completamente. Porque sé que nadie en su sano juicio se enamoraría de un psicópata. Pero aquí estoy yo, enamorada de uno. Mi psicóloga me dice que tengo que dejar de pensar en ti, que tengo que abrir los ojos. Y a veces le intento hacer caso, de verdad que lo intento, pero siempre vienes a mis pensamientos.
Casi todas las noches me despierto por la madrugada, miro hacia mi derecha y veo que no estás, miro el móvil con la esperanza de encontrar un mensaje tuyo, pero no hay ningún mensaje. Incluso a veces deseo que aparezcas por la puerta y me digas que soy tu pequeño ángel, que me acaricies la mejilla y me des un beso. A veces lo deseo tanto que duele mucho. Clarie siempre viene porque siempre acabo gritando tu nombre envuelta en lágrimas.
Te odio, te odio por haber acabado donde has acabado. Te odio por hacer que te odie. Te odio por no haber sabido actuar. Pero también te amo. ¿Es posible esto?
Han pasado dos meses desde que te encerraron en Noruega. Estás tan lejos de mi... Sé que no volverás, me estoy haciendo a la idea. Creo que ha sido mala idea escribir esta carta, la estoy llenado a lágrimas y casi no se puede leer.
Voy a dejar de escribir esto...
No creo que vuelvas a tener más noticias mías. Voy a ser fuerte y dejar de pensar en ti. Voy a intentar vivir de nuevo, tal y como me ha dicho mi psicóloga y estoy segura de que tú también quieres que intente vivir. Tengo que deshacerme de ti y creo que a través de esta carta es la única manera que tengo para hacerlo. No te preocupes por mi, estoy bien de verdad.
Siempre te querré.
-Samantha Jones, tu pequeño ángel.
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- F I N -
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Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDO
FanficDonde Rubén Doblas es un posesivo y Samantha Jones cada vez tiene más miedo de él. «Como vea que te mira más de esa manera le mato»