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053

Estaba sola. No sabía como lo había conseguido pero todas las personas que creía que estaban a mi alrededor, me han dejado. Parece como si mamá y papá volvieran a morir. El mismo dolor, el mismo sentimiento de soledad. No quería volver a lo mismo. No quería recaer de nuevo pero sabía que recaer era cuestión de tiempo. No tenia a nadie para que me ayudara.

Había confiado mi corazón a Rubén.

Había confiado mi amistad a Blair.

Y esto es lo que recibo por parte de ellos.

Siempre supe que no me tenía que fiar de Rubén. Que él lo único que era un jodido acosador. Que tarde o temprano me iba a hacer daño de la peor forma posible. Samuel me advirtió de esto. El sabía que tarde o temprano Rubén me iba hacer daño. Y ahora es cuando me doy cuenta -a pesar de todas las mentiras que me contó - que Samuel lo único que hacia era protegerme. Y lo había perdido. Junto a la que consideraba mi mejor amiga. La única después de mucho tiempo.

En mi vida he confiado en muy pocas personas, pero siempre que lo he echo, lo he echo de verdad. Jamás he dejado a nadie solo, a pesar de nuestras diferencias. Se el dolor que se siente al sentirte sola y no se lo deseo a nadie.

He sido una completa estúpida. ¿Rubén enamorado de mi? ¿Blair siendo mi mejor amiga? Nunca he tenido buenos amigos, simplemente conocidos. Nunca he estado con alguien al que quisiera tanto, como yo hago con Rubén.

Estuve una hora andando sin rumbo alguno. Choqué con algunas personas por el camino. Muchos se me quedaban mirando. Todo el maquillaje estaba corrido y mis andares de zombie me hacia notar entre la multitud. Deseaba que nada de esto hubiera ocurrido. Que ojala nunca hubiera ido a casa de Blair. Que nunca le hubiera contado nada a Rubén de Aaron.

Aaron.

Ese mal nacido se las iba a ver conmigo. Todo estaba jodidamente perfecto hasta que apareció él.

Apreté el móvil con fuerza y marque su número. Uno... Dos... Tres... Cuatro... Pitidos y no lo cogía. Colgué la llamada y lo volví a llamar de nuevo.

-¡Muñeca! - mi cuerpo se tensó. Así es como me llamaba él. -Nunca pensé recibir una llamada tuya.

-Dime que coño le has dicho a Rubén.

-¿Perdona? Te recuerdo que tu tenías un recado que darle.

-¿No lo has visto? -pregunté entre asustada y aliviada. Preocupada por que entonces todo lo que Rubén había dicho es cierto y aliviada porque, Rubén no ha echo ninguna tontería. Era ridículo como seguía preocupándome por él.

-No preciosa. -colgué.

-R U B É N-

-Ha colgado. -Aaron volvió a guardar el móvil en su bolsillo.

-No le vuelvas a llamar ni muñeca ni preciosa, ¿queda claro?

-Rubén, no puede sospechar nada. -me colocó una mano en el hombro y yo le miré con asco. -Después, cuando todo esto pase, podrás recuperarla de nuevo. Ahora tiene que pensar que la odias.

-Suéltame. - me di media vuelta. Sentía a Aaron siguiendome. -¿Sabes? Creo que tu plan es una mierda que lo único que va a ocasionar es mas daño.

-Ya verás como sale bien.