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No sabía que hacer, Rubén se había ido muy enfadado y temía por lo que pudiera hacer y Samuel me miraba con desprecio. Estaba llorando, era lo único que podía hacer.

—Dime que no estás con él Samantha. —se acercó hasta a mi y me agarró el rostro, delicadamente, para que lo mirara. Negué con la cabeza. —¿Sabía que fue el quien me dio aquella paliza?

—Sí lo sabía Samuel, y lo siento. Siento habértelo ocultado.

—Samantha, ¿en qué es lo que piensas juntandote con gente así? Ese tío está loco.

—No, conmigo no es así... —dije recordando los pocos recuerdos buenos que he tenido con Rubén. —Bueno, no siempre...

—Me dijo que no me acercara a ti, que eras solo de él Samantha.

—Eso no es cierto. Puedo estar con quien quiera. — tenía razón. Por mucho que Rubén me dijera que no me podía acercar a alguien no le haría caso.

—Ese tío es un posesivo, está loco. ¿Porqué hablas con él? —repitió de nuevo en un tono más serio. Me quedé callada. —Podría ir ahora mismo a la policía. Con personas así Samantha, es mejor alejarse. Podría hacerte daño y... si te pasara algo no sé como reaccionaría. —se acercó mucho más a mi.

—Él no me haría daño.

—Eso no lo sabes. Samantha, denunciale. — me miró a los ojos.

—No intentes ponerme en su contra Samuel. Yo se que no sería capaz de hacerme daño. Además yo se defenderme sola, no necesito a nadie. —me separé de él en un movimiento brusco.

—Así que, te quedas con él. — lo que dije pareció ofenderle.

—Joder, no me quedo con nadie. No te tengo que elegir ni a ti ni a Rubén porque no siento nada por ninguno de los dos. Me da igual que se haya enfadado Rubén y me va a dar igual lo que tú hagas ahora mismo. —cogí el móvil y las llaves y salí de casa.

Necesitaba tomar el aire, pensar en lo que le acababa de decir a Samuel. Todo lo que había dicho era nada más y nada menos que mentiras. Claro que sentía algo por Samuel, entre él y yo siempre había habido algo. No sé si era amor o solo que me sentía sola y él me proporcionaba un poco de amor que necesitaba. Y también sentía algo por Rubén. ¿De qué me sirve ocultarlo y autoconvencerme de que no siento nada?

Mi cabeza está echa un lío. Tenía que haberme echo caso y haber ido a la policía en su momento y así acabar con el tema de Rubén.

Estaba sentada en el porche de entrada a mi casa. Se escuchó la puerta y sabía perfectamente quien era.

—Samantha, no te quería poner en contra de nadie. Si tú crees que él es bueno para ti, está bien. Pero creo que en el punto en el que estamos nosotros dos, somos lo más parecido a mejores amigos, y como tal es normal que me preocupe por ti. — se sentó conmigo en los escalones.

—Perdón. —dije después de unos largos segundos.

—¿Porqué?

—Por mentirte.

—¿De qué hablas?

—De esto. — me giré hasta él y le besé. —Si que siento cosas por ti.

He leído en muchos comentarios que haga maratón, me gusta la idea y pronto la haré. Ahora mismo estoy en la última semana de instituto y hasta que no me den las vacaciones no podré hacer el maratón, así que paciencia. También he leído algunos comentarios en los que decía que los capítulos eran muy cortos, ya dije en el primer capítulo que estos iban a ser cortitos y que a medida que avanzara la historia se iban a largar mas. Paciencia niñas, recién está comenzando la historia.
Otra cosa, si quieres que te dedique un capitulo, dímelo en los comentarios.
Espero que os esté gustando mucho. Os adoro. ♥

Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora