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Rubén se había quedado callado unos segundos. Yo eché mi cabeza sobre su hombro. El agua del lago los daba suaves masajes a nuestros pies mojados. Rubén se volvió a colgar el colgante y sonreí, luego me echó un brazo alrededor mía.

-Sam, creo que esa chica miente.

-¿Por qué lo crees? -mis ojos comenzaron a brillar de alegría.

-Porque se que no llegamos hacer nada. Vale, lo reconozco, estaba borracho y echo una mierda porque creía que estabas muerta, pero se cuando me he acostado con una tía o no. -dijo mirándome a los ojos.

-No te voy a decir que no me alegra. -nos reímos. -Deberías hablar con ella. Puede que se sienta asustada.

Rubén asintió y me dio un beso en los labios. Luego se me quedó un rato mirándome. Yo me sonrojé y él sonrió.

-Es increíble cuanto te quiero y lo feliz que me hace estar a tu lado. -mi corazón dio un vuelco. Me faltaba la respiración. Nunca nadie me había dicho algo parecido. Le agarré de ma nuca y nos fundimos en un cálido beso.

Al separarnos, ambos nos echamos en el césped aún con nuestros pies mojados. Yo me acomodé mejor. Mi cabeza estaba apoyada en su pecho mientras que su brazo estaba alrededor de mi cuello. Estaba atardeciendo. No me había dado cuenta de todo el rato que llevábamos aquí. Ni si quiera habíamos comido.

De repente me acordé de alguien.

Y ese alguien era Samuel.

-¿Rubén?

-¿Si?

-Creo que debería irme a casa. -Rubén se sentó junto a mi y me miró seriamente, esperando que siguiera hablando. -Tengo que darle una explicación a Samuel. Aunque no te guste, él me ha ayudado mucho y no le voy hacer daño.

Rubén se levantó y se puso sus zapatos. Y comenzó a andar detrás mía.

-¿A donde vas? -le imité.

No me contestaba, por lo tanto avancé mas rápido hasta que lo alcancé. Le agarré del brazo y hice que me mirara.

-¿Qué a dónde vas?

-¿Es que a caso contigo no se puede estar ningún puto momento en el que no recuerdes al gilipollas ese? -se soltó de mi agarre con fuerza. -¿¡Que en todas nuestras putas conversaciones este su nombre!?- alzó el tono de voz y di un paso hacia atrás.

-No, Rubén, no. -respiré hondo. -No es justo que me grites y que me hables de esa forma. -él se me quedó mirando y luego se acercó a mi y me agarró del brazo.

-Te juro que como vayas a verle le mato.

Me soltó y se dio media vuelta. Me eché caer en el suelo. No podía, simplemente no podía con sus momentos bipolares.

Joder, tenía que entender que Samuel necesitaba una explicación.

Rubén posesivo bipolar vueeeelveeee

Pasarse por una historia que acabo de comenzar de Wigetta porfis. :)

Por cierto en multimedia os dejo un edit que me ha echo una chica. Muchas gracias, está genial. Si alguien quiere hacer uno, que me lo pase que yo encantada.

Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora