Una enfermera fue quien nos despertó, ya que Rubén tenía que hacerse unas pruebas para saber al cien por cien que todo estaba correcto. Si esto daba que no le pasaba nada, al mediodía ya podríamos irnos de nuevo a casa. Por fin. Deseaba estar en casa de nuevo y sobretodo estar con él.
Mientras que Rubén se hacía las pruebas, decidí dar una vuelta por el hospital. Me encontré con un enfermero que llevaba en sillas de ruedas a una señora mayor. Le pregunté amablemente que donde podría estar un chico al que ingresaron ayer. Estaba buscando a Aaron. Se portó muy bien conmigo e intentó protegerme, aunque fue él el único que acabó peor.
Después de dar muchas vueltas, al fin conseguí llegar a la habitación donde se encontraba. Estaba solo. Aún estaba durmiendo. Me adentré en la habitación y arrastré una silla hasta ponerla al lado de la camilla de Aaron. Le agarré la mano.
—Perdón por no haber venido antes Aaron. —susurré. —A Rubén le están haciendo pruebas para saber que todo esta correcto. Espero que sea así y no le pase nada. Quiero irme a casa en cuanto antes. —suspiré y empecé a jugetear con sus dedos. —Gracias por todo. No se lo que habría echo sin ti. —sonreí con tristeza. Quería que se despertara, que me hablara y que me sonriera con su misma sonrisa hacia un lado.
Me levanté de la silla y le di un beso en la frente. Lo miré antes de salir y volví a dirigirme a la habitación de Rubén. Pasaron unos cuantos minutos, bastantes, casi una hora, y por fin una enfermera trajo a Rubén. Me estuvo explicando cada una de las pruebas que le habían echo, y los daños que creían que podría tener internos no existían. Por lo tanto no teníamos que seguir en el hospital y podríamos irnos a casa.
—Por fin, no sabes cuanto deseo irme. —dije abrazando a Rubén. Estaba muy feliz porque sabía que no le pasaba nada.
—Yo también. —me dio un beso en la frente. Sonreí al sentir su roce. —Pero antes de irnos, quiero ir a ver a Aaron, ¿vale? —asentí con la cabeza.
—Cuando te estaban examinando he ido a verle. Te llevaré hasta su habitación.
Le agarré de la mano y ambos salimos de aquella habitación para dirigirnos, de nuevo, a la habitación de Aaron. Rubén me dijo que quería estar un momento a solas con él, asentí y me senté en las sillas que habían afuera. Después de unos minutos salió Rubén.
—¿Todo bien? —pregunté un poco dudosa. Su cara había cambiado. Se le notaba que estaba preocupado por su amigo. Me miró a los ojos y negó con la cabeza. Tenía una lágrima recorriendo su mejilla. Me acerqué a él lo más rápido que pudo y le abracé de nuevo. —Va a estar bien Rubén, te prometo que Aaron va a despertar. —mis palabras le calmaron un poco y al menos dejó de sollozar. Aunque se le notaba a km que Rubén no esta bien.
Entrelacé mi mano con la suya y ambos salimos del hospital. Habíamos decidido irnos al piso de Rubén. Ya que estaba un poco más apartado del centro que el mío. Yo acepté sin ningún problema. Quería llegar a cada en cuanto antes.
Rubén quería darse una ducha cuanto llegamos. Sabía que nuestra relación se había enfriado un poco. Yo sabía que, posiblemente, nada iba a ser como era antes. Que Rubén no iba a ser el mismo después de lo que había vivido. Al igual que yo. Ya no era la misma chica de hace unos meses. Ahora soy mas fuerte y he vuelto a sentir que mi vida tiene sentido.
Mientras Rubén se ducha, decidí preparar algo para comer. Algo sencillo, tampoco quería liarme mucho.
—¿Tienes hambre? —pregunté cuando lo vi en el pasillo, recién duchado y con una toalla en la cintura. Me mordí el labio inferior. Tenía ganas de estar con él, otra vez. Rubén se encogió de hombros. —He echo unos sandwiches.
Rubén me sonrió y se encaminó para su cuarto.
Siento que sea tan aburrido... Y también por tardar tanto en subir.
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Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDO
Fiksi PenggemarDonde Rubén Doblas es un posesivo y Samantha Jones cada vez tiene más miedo de él. «Como vea que te mira más de esa manera le mato»