Sentía mi cuerpo pesado, hablar seguía siendo prácticamente imposible. Sentía una presión en el pecho que hacía que mi respiración fuera más lenta de lo normal y que me costara más. Entreabrí los ojos poco a poco. No había la misma claridad de antes, supuse que era de noche. Miré a ambos lados, en uno estaba la ventana con las cortinas echadas y en el otro lado de la habitación, donde se encontraba la puerta y otra gran ventana que daba al pasillo del hospital, se encontraba Clarie y Roan abrazados en un incómodo sillón. Casi sonreí al verlos, luego me acordé de Rubén y toda sonrisa desapareció.
Cerré los ojos fuertes, para no llorar. Aunque no estaba funcionando. No recordaba con exactitud lo que había pasado pero se venían pequeños recuerdos de Rubén y no eran recuerdos muy buenos.
Respiré hondo.
Tenía ganas de ir al baño y no sabía si era buena ir yo sola hasta allá, aún sabiendo que tan solo tendría que dar unos pequeños pasos y ya estaría allí. Dudé en despertar a Clarie o a Roan, pero luego los observé bien, sus rostros parecían cansados y no los quería molestar más. Así que me armé de valor e intenté con todas mis fuerzas levantarme de la cama. El collarín que tenía en mi cuello me molestaba bastante, mi garganta ardía cada vez que tragaba saliva o hacía algún intento de pronunciar algún sonido. Mis brazos me pesaban, era como si no pudiera ni con mi propio cuerpo. Mis muñecas también dolían, tenía ambas vendadas. Apoyé los nudillos de mis manos en el colchón de la cama para a continuación impulsarme para levantarme. Me dolía todo el cuerpo. Y no podía ni si quiera emitir ningún sonido sin que me doliera la garganta.
Estaba jodida.
Con fuerza, que no sabía ni de donde la había sacado, me levanté por fin de la cama después de algunos segundos intentándolo. Me iba apoyando en la cama mientras andaba hasta que llegué al final de esta y tenía que caminar por mi cuenta. Volví a respirar hondo mientras me decía a mi misma que yo podía llegar hasta allí. Que era lo suficientemente fuerte para dar cinco pasos más.
Pero que equivocada estaba.
Apenas podía mantener el equilibrio sin estar apoyada a algo. Y fue dar un solo paso y caerme al suelo torpemente. Gemí de dolor aún sabiendo el dolor de mi garganta. Lloraba. Sentía un dolor increíble. No sabría si podría aguantar este dolor
-¡Samantha!- lloraba fuerte mientras me llevaba las manos a mi cabeza, estaba desesperada, dolida, cansada, harta. ¡No podía aguantar más esto!
-N-no pu-uedo.- negaba con la cabeza.
Clarie no tardó en llegar hasta mi y abrazarme por mi espalda. Notaba como mi corazón latía rápido. Las lágrimas eran incontrolables. Roan también estaba a mi lado. Escuchaba como Clarie también lloraba.
-Vas a estar bien Samantha, te lo prometo.- pero yo sabía que eso era mentira.
Jamás me iba a recuperar a esto.
-Solo quiero que pare.- decía entre lágrimas. Aún sentía los brazos de Clarie alrededor mía. Roan había salido a buscar a una enfermera. -Quiero que pare este dolor que siento. No puedo más. No...
Sentí un pinchazo en mi brazo izquierdo y como poco a poco fui cerrando los ojos.
(...)
-Hola, preciosa.- abrí los ojos lentamente. La luz que había en la habitación hizo que los volviera a cerrar nuevamente. Los abrí de nuevo, sentía una mano acariciando mi pelo. Mi vista se iba aclarando poco a poco y pude ver de quien se trataba.
-Samuel.- pronuncié poco a poco. Él colocó su dedo en mis labios para que no hablara y no forzara mis cuerdas vocales.
-No hables, con lo de anoche parece que se ha empeorado la cosa. La garganta se te ha inflamado más.- miré hacia el lado del sillón, no estaban ni Clarie ni Roan. -No te preocupes, han ido a casa a asearse. Ya mismo vienen.
Mi rostro se relajó por completo, eran en los únicos en los que podía confiar. Luego miré a Samuel, su mano aún seguía apoyada en mi pelo. Mantenía su sonrisa, sin apartar su mirada de la mía. Me estaba incomodando pero me gustaba ver caras conocidas.
-Bueno, en menudo follón que te has metido.- dijo en un tono con humor. -Para que luego digas que tu vida es aburrida.
Sonreí mostrando los dientes mientras negaba.
Pasaron varias horas, yo hablaba un poco al menos y hacía gestos para que Samuel me entendiera. Unas horas que me había encantado la compañía de Samuel. En las que había intentado en todo momento mantenerme una sonrisa en mi rostro.
-Bueno chiqui, me tengo que ir. -puse cara de pena. En realidad no quería que se fuera.- Lo sé cielo, pero tengo que irme. Willy me está esperando en casa con una cena que ha preparado o algo así. Ya te contaré.- Willy es el mejor amigo de Samuel o algo así me había explicado. Asentí con una sonrisa y alcé mis brazos para que se acercara a mi y me diera un abrazo de despedida.- Te quiero, Samantha. Lo sabes, ¿no?- asentí con la cabeza cuando nos separamos del abrazo.
Ambos nos sonreímos y una última mirada de Samuel y salió de la habitación.
Ahora estaba sola.
Sola con mis pensamientos. No podía dejar de pensar en qué era lo que había echo exactamente para estar metida dentro de estas cuatro paredes y con un dolor increíble. Tampoco sabía por qué no me acordaba de ello y el por qué nadie me quería decir lo que había pasado exactamente. Se supone que tendría que ser la primera en saberlo.
Cerré los ojos para intentar dormirme, no tenía nada más interesante que hacer. Casi era de noche y Clarie junto con Roan tampoco habían aparecido en todo el día. Pero no podía culparles. Habían sido las dos personas que más se habían preocupado más en mi en todo este tiempo.
Cuando estaba a punto de cerrar los ojos, vi una figura en la puerta de la habitación. Era un hombre. Fruncí el ceño al no saber de quien se trataba. No entraba en la habitación y eso estaba haciendo que me confundiera aún más. Pasaron unos segundos hasta que decidió entrar. Se aproximó hasta mi, podía ver como en sus manos traía un pequeño, pero lo suficientemente bonito, ramo de flores.
Lo que no sabía era el por qué estaba aquí después de tanto tiempo.
-Hola, Samantha.
Siento no haberlo subido ayer como dije en mi muro, me quedé todo el día sin internet. Pero no os preocupéis, ahora subo este y a la noche subiré otro. Mañana habrá otro y el domingo igual.
No me matéis por lo que va a pasar :(
Gracias por el apoyo que siempre dais, por cada comentario y cada estrellita que le dais a cada capítulo, significa mucho.
Posesivo casi está llegando a su fin!! :(((((((
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Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDO
FanfictionDonde Rubén Doblas es un posesivo y Samantha Jones cada vez tiene más miedo de él. «Como vea que te mira más de esa manera le mato»